El presidente Biden y líderes de América Latina se reúnen para abordar temas de migración, inversión y competencia global.

Washington/ El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió en la Casa Blanca el viernes con líderes de América Latina y el Caribe para abordar asuntos económicos, migración y competencia global, en un esfuerzo por fortalecer los lazos en la región y hacer frente a la creciente influencia de China y otros competidores globales.

La cumbre de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP) congregó a mandatarios de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú, Uruguay, así como a las representantes de México y Panamá, Alicia Bárcenas y Janaina Tewaney, respectivamente.

En su discurso de apertura, el presidente Biden destacó la importancia de hacer de América la región económicamente más competitiva del mundo. Esto implica abordar desafíos como el cambio climático, las desigualdades de ingresos y, sobre todo, la migración ilegal, que se ha convertido en una crisis prioritaria para la administración de Biden, y que los republicanos acusan de no abordar adecuadamente en la frontera con México.

Biden subrayó su compromiso de abordar la crisis migratoria estabilizando a las poblaciones migrantes en sus países de origen, proporcionándoles estatus legal y asistencia, y promoviendo una migración segura y ordenada con programas de trabajo.

Estados Unidos ya es la principal fuente de inversión en América Latina y el Caribe, y Biden aseguró que se garantizará a los países vecinos la elección entre la diplomacia de la deuda y enfoques transparentes de alta calidad en infraestructura y desarrollo.

Para contrarrestar la creciente influencia de China en la región, el presidente anunció que la Corporación Internacional Financiera de Desarrollo de Estados Unidos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzarán una nueva plataforma de inversión destinada a la construcción de infraestructura sostenible en América.

Estos fondos se utilizarán para fortalecer las cadenas de suministro críticas, desarrollar puertos modernos, implementar redes de energía limpia e impulsar la infraestructura digital, elementos esenciales para una economía competitiva y resistente.

Además, la Casa Blanca anunció que Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, España y el BID otorgarán 89 millones de dólares a un fondo destinado a ampliar las infraestructuras y los servicios sociales para los migrantes en las comunidades de acogida de la región.

La transición energética y la preservación de la naturaleza también ocuparon un lugar destacado en la cumbre. Se comprometieron a promover la inversión en activos respetuosos con el medio ambiente a través de bonos verdes y azules, destinados a la protección de los océanos y sus ecosistemas.

La declaración final conjunta reconoció la importancia de establecer cadenas regionales de valor y suministro más competitivas, inclusivas, sostenibles y resilientes del mundo, centrándose en sectores como la energía limpia, los suministros médicos y los semiconductores.

La cumbre también discutió la creación de un acelerador regional para emprendedores y programas destinados a fomentar el desarrollo de la mano de obra, especialmente en la economía digital.

Al concluir la cumbre, se hizo un llamado a promover la entrada de otros países de América en la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), en un espíritu de apertura e inclusión.