Si alguien buscara entender, a cabalidad, lo que pasa con MORENA en Veracruz, bastaría con revisar el caso de Ana Miriam Ferráez, quién habría sido relevada, como candidata a diputada federal por el distrito de Xalapa, a dos semanas de la jornada electoral.

El caso, aunque no se ha anunciado formalmente, es un ejemplo contundente, del estado crítico que guarda la 4T en la entidad: necesita Resucitación Cardio Pulmonar.

Los antecedentes de esta crisis, están a la vista de todos. Quienes quisieron verlos, obvio.

El origen, el mal gobierno de Cuitláhuac García: ineficacia administrativa, cerrazón política, corrupción, nepotismo y ausencia constante del Cui, ya que, se la pasó chapeando.

Después, el encaprichamiento del Tlatoani, en designar a la señora zacatecana como candidata, cuando había otros cuadros con mayor capacidad de convocatoria.

En tercer término, la soberbia proverbial de la doña, que confundió el posicionamiento electoral de la marca MORENA, como si fuera el suyo, craso error que la llevó a ‘nadar de a muertito’, pensando que sólo tendría que ‘administrar la ventaja’.

La cuarta circunstancia, consistió en humillar y expulsar, a los operadores electorales oficiales, además, para corroborar la desmedida arrogancia, Nahle desdeñó a las otras ‘corcholatas’ y no realizó operación cicatriz.

Ahora, aunque cambien candidatos a la mitad del río y corran funcionarios ‘sospechosos’, están fundidos. Todo era cuestión de tiempo.

Posdata enigmática: habrá que agregar que, sumado a todo, resurgió su némesis.