En esta semana han circulado encuestas sobre la posición de la y los candidatos a Gobernador de Veracruz para alcanzar la silla del palacio estatal.

Sin solo estar viendo quiénes van adelante en cada una de ellas, lo que deberían estar haciendo es enfocar la mirada en los pronóstico del porcentaje de la votación esperada el 2 de junio.

La elección, aunque parezca obvio, se gana con votos. Y entre más votación haya, la aguja de la balanza se inclinará para un lado o para el otro.

La historia nos lo señala.

En las últimas 4 elecciones de
Gobernador ganó el candidato que obtuvo entre el 35 y el 43 % de los votos emitidos:
Fidel Herrera ganó con el 35%,
Javier Duarte ganó con el 43%,
Miguel Yunes ganó con el 34%,
Y Cuitláhuac García ganó con el 40% de los votos.

Esta elección será también concurrente con la elección presidencial pero a diferencia del 2018, ya no estará en la boleta el factor arrollador de López Obrador.

Además hay más de 6 millones de veracruzanos inscritos en la lista nominal. Solo para ponerlo en perspectiva, cuando ganó Fidel, el listado tenía 4 millones y ahora, después de 20 años, se incrementó con más de 2 millones de electores.

Con estos datos, el promedio ganador es el 38% de los votos. Las campañas deberían estar trabajando ya en las proyecciones de los votantes.

Porque haciendo una operación matemática simple, si al menos el 60% de los veracruzanos salimos a votar, ganará quien consiga 1.36 millones de votos.

¿Los candidatos ya habrán hecho esta revisión?
¿Quiénes de los contendientes podrían obtenerlos?
¿Rocío Nahle?
¿Pepe Yunes?
¿O Polo Deschamps?

Usted qué opina.