México es el tercer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que menos recursos asigna para la salud: el 5.8% del gasto total frente al 9% del promedio de los países miembros de este organismo. El servicio de salud en México es deficiente, según la OCDE México cuenta con una cama por cada mil habitantes, mientras que el promedio sugerido es de 3.3; en nuestro país hay 1.8 médicos por cada mil habitantes, lo recomendado son 3.4; en enfermeras 9 por cada mil personas y hay 2.8. Estos datos reflejan la visión inhumana de los gobernantes al reducir y controlar el gasto en salud.

Los gobiernos neoliberales, como el de la 4aT, recortan presupuestos para asistencia social y obligan a pagar de forma privada servicios que el Estado debe cubrir. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo hizo de forma autoritaria en salud: despidieron médicos y enfermeras; 24 estados con desabasto de medicamentos y vacunas; falta de atención médica y cierre de centros de salud; al IMSS le recortan personal y en infraestructura no terminan hospitales y centros de salud ampliados que están en proceso de construcción. La improvisación, impericia e ignorancia caracteriza a la 4aT en políticas públicas.

El artículo 4º constitucional establece que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. El gobierno morenista la abandonó; el Programa de Inclusión social Prospera perdió los componentes de salud, alimentación e inclusión productiva. Hubo 92% de recorte presupuestal a prevención y control de sobrepeso, obesidad y diabetes; 90% de recorte al Centro Nacional de Trasplantes; en 18 estados se cerraron 300 Unidades Médicas Urbanas (UMU) adscritas al IMSS, que atendían a población de zonas urbanas marginadas carentes de seguridad social; y al eliminar el Seguro Popular la población con menores ingresos quedó desprotegida, según el INEGI en 2016 era el 79.7%. A pesar de que se eliminó a inicio de este sexenio, apenas el pasado 13 de julio el presidente AMLO anuncia la desaparición del Seguro Popular para sustituirlo por el Instituto de Salud para el Bienestar.

El gobierno morenista de Veracruz empeora los problemas de salud; a nivel nacional en enfermedades ocupamos el primer lugar en dengue, influenza, SIDA y meningitis tuberculosa; tenemos desabasto de medicamentos; faltan recursos y equipos contra el cáncer; no hay atención a pacientes en precariedad; faltan prótesis, equipo, ambulancias y terminación de centros de salud ampliado en zonas serranas. Según la Secretaría de Salud federal, Veracruz se encuentra con peor situación en salud; su Esperanza de Vida es de 74.4 años, lugar 31º entre los estados con peor situación en salud, por debajo de la media nacional de 75.6 años; la “Tasa de mortalidad infantil en menores de un año” ocupa el lugar 29º, entre los de peor situación; y la “Tasa de mortalidad de menores de cinco años”, el lugar 28º.

En estos momentos en Veracruz sufrimos epidemia de dengue, por la trasmisión del mosco Aedes eegypti, con los cuatro serotipos (microorganismos infecciosos). Sólo con dos diferentes se considera factor de riesgo para que la enfermedad sea grave. Los municipios con más casos son Xalapa, Coatzacoalcos, Martínez de la Torre, Orizaba, Pánuco y Coatepec. El secretario de Salud Roberto Ramos Alor declara que aumentan los casos de dengue por la época de lluvias, cuando en realidad se ha registrado sequía en muchas zonas del estado; además de forma ligera y con claro desatino dice que el dengue en Xalapa fue “importado”.

El año pasado Veracruz presentó 2,863 casos de dengue con 12 defunciones, al 18 de septiembre de este año se reportan 4,845 enfermos de dengue. Cuitláhuac García y Roberto Ramos Alor este año sólo reconocen 3 decesos en los municipios de Coatepec, Jilotepec y San Rafael. ¿Será que también tienen otros datos como siempre lo dice AMLO?, pues la SSA federal declara en situación de alarma a Veracruz, con 20,383 casos probables de dengue.

El gobernador Cuitláhuac García apenas informó que empezaron a atender la gravedad del Estado de forma urgente. Ahogado el niño ya van a tapar el pozo. Acordaron fumigar de forma intensiva, comprar insecticidas por 60 millones de pesos, contratar personal extra y poner a varias Dependencias a “perseguir moscos”.

Los veracruzanos reclamamos al gobierno que encabeza Cuitláhuac García su indolencia en programas preventivos para asegurar la salud de la población; el desabasto en medicamentos; su poca capacidad de reacción ante la alerta sanitaria y la falta de responsabilidad ante su deber público de preservar la salud.