Haití/ El día de hoy, Ariel Henry, quien asumió el cargo de Primer Ministro de Haití tras el trágico asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, ha presentado su renuncia en respuesta a la creciente presión generada por la agitación social y la influencia de grupos armados en la nación caribeña.

Ariel Henry, conocido por su respetada trayectoria como médico, se vio enfrentado a una intensa controversia en su papel político, particularmente marcado por su prolongada permanencia en el poder, la cual excedió los límites inicialmente previstos. La insurrección de las facciones armadas que ejercen un extenso dominio en la capital, Puerto Príncipe, ha sido determinante en su decisión de renunciar.

Desde el trágico suceso que marcó el inicio de su mandato, Henry se encontraba bajo una constante presión, con demandas explícitas de renuncia por parte de poderosas organizaciones criminales que mantienen en vilo a la población haitiana y controlan vastas áreas del territorio.

La crisis de violencia alcanzó niveles alarmantes, despertando la preocupación y la intervención de la comunidad internacional, que abogaba por una transición que involucrara activamente a la sociedad haitiana. Finalmente, Henry aceptó su dimisión en la noche del pasado lunes, como lo confirmó a través de un video difundido en las redes sociales oficiales del gobierno haitiano.

A lo largo de su carrera, Ariel Henry, de 74 años, forjó su reputación principalmente en el campo de la medicina, destacando como neurólogo. Sin embargo, su incursión en la esfera política fue marcada por breves periodos en distintos cargos ministeriales, hasta su nominación como Primer Ministro en julio de 2021.

El mandato de Henry estuvo marcado por desafíos monumentales, incluido el asesinato del presidente Moïse, que sumió al país en el caos y la incertidumbre. A pesar de los esfuerzos por mantener la estabilidad y continuar con los planes políticos trazados, la crisis actual y la unión de las pandillas con el objetivo de derrocarlo precipitaron su renuncia.

"Como siempre dije, ningún sacrificio es demasiado grande para nuestro país", expresó Henry en el video que anunciaba su dimisión, reflejando su compromiso con el bienestar y la estabilidad de Haití en estos momentos críticos.

Haití se enfrenta ahora a un nuevo capítulo en su historia política, en busca de estabilidad y un camino hacia adelante en medio de los desafíos sociales y la presión de grupos armados.