Creo que, para como están las cosas en el mundo, muchos nos sentimos como Franz Kafka cuando escribió La Metamorfosis. Trata de un hombre llamado Gregorio Samsa que vive con sus padres y hermana. Trabaja como agente de ventas de tela. Es el único sustento económico en su hogar después de que el negocio de su padre fracasó. Y en la casa el ambiente no está muy agradable.

Un día despierta convertido en un insecto gigante que nunca se menciona si es una cucaracha, pero se ve por la descripción que es un tipo de escarabajo que no se ha descubierto aún.

Naturalmente es una metáfora de la deshumanización y mercantilización que vivimos como sociedad desde hace siglos. Se siente extraño e incomprensible ese medio hostil e incongruente del gobierno actual en México, por ejemplo. Gobierno que esperaba hace un año la llamada de Elon Musk, el ingeniero más millonario del mundo, para decirle en dónde va a poner su sucursal en nuestro territorio. E iba a generar empleos y mejorar la visión que tenemos aquí de la vida, que constantemente se está modificando con la entrada de Tesla a México, pero eso todavía no sucede.

Un gobierno que permite que los inmigrantes sin documentos actúen como Gregorio Samsa, como si hubieran asumido su condición de insecto y hubieran sobrevivido y seguido adelante, en lugar de morir de hambre. Como en la novela “La metamorfosis”, lo encontró la señora que limpiaba la casa y lo tiró a la basura.

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