Haití/ La situación de seguridad en Haití continúa siendo motivo de grave preocupación, con la extensión del estado de emergencia hasta el 3 de abril anunciada por el gobierno haitiano. Esta medida se suma al toque de queda de 72 horas en el departamento del Oeste, donde se encuentra la capital, Puerto Príncipe, ante el recrudecimiento de la violencia desencadenada por los ataques de pandillas.

El panorama de inseguridad se agravó con los intensos disparos registrados cerca del Palacio Nacional en Puerto Príncipe, así como por el intento de tomar el principal aeropuerto capitalino. Estos eventos se producen en medio de la ausencia del primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien se encuentra en Puerto Rico tras haber sido impedido de regresar a Haití mientras intentaba negociar un acuerdo internacional para enfrentar la crisis de seguridad en su país.

El estado de emergencia fue declarado tras la fuga masiva de reclusos durante el ataque a dos prisiones en la capital haitiana el pasado 2 de marzo. Estos disturbios, que dejaron al menos 12 personas fallecidas y la evasión de miles de prisioneros, han evidenciado la creciente influencia de bandas criminales en el país.

Guy Philippe, ex líder de un golpe de Estado en 2004 y recién retornado a Haití después de cumplir una condena en Estados Unidos, ha exigido la dimisión del primer ministro y ha manifestado su intención de postularse para la presidencia. Esta situación refleja la complejidad y la gravedad de la crisis política y de seguridad que enfrenta la nación caribeña.

Ante esta situación, la Comunidad del Caribe (Caricom) ha convocado a una reunión el próximo lunes en Kingston, Jamaica, con la participación de Estados Unidos, Francia, Canadá y la ONU, para abordar la delicada situación en Haití. Esta iniciativa busca encontrar soluciones efectivas para estabilizar la situación y garantizar la seguridad y el bienestar del pueblo haitiano.