Ciudad de México/ La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que los dos mexicanos desaparecidos tras el accidente de un buque carguero que derrumbó el puente de Baltimore, Estados Unidos, son originarios de Veracruz y Michoacán, respectivamente. Además, el tercer mexicano que logró ser rescatado con vida es también originario de Michoacán, según datos proporcionados por la Embajada de México en Estados Unidos.

El mexicano rescatado con vida resultó herido en el accidente y actualmente recibe atención médica, según informó la cancillería mexicana, añadiendo que se encuentra “recuperándose satisfactoriamente de sus lesiones”.

Sin embargo, la SRE no reveló más detalles sobre la identidad de los connacionales que permanecen desaparecidos y enfatizó que las familias de los trabajadores han solicitado “respeto a su privacidad en este momento difícil”.

El incidente tuvo lugar en la madrugada del martes, cuando el buque Dali, con bandera de Singapur, sufrió un apagón energético tras salir del puerto de Baltimore, Maryland, y colisionó contra un pilar del puente Francis Scott Key, que se derrumbó rápidamente.

El accidente provocó que ocho empleados de la constructora Brawner Builders, que estaban trabajando en el puente, cayeran al río Patapsco. Solo dos de ellos pudieron ser rescatados, uno de ellos en estado grave.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmó el miércoles que tres de los trabajadores eran mexicanos. Uno de ellos fue rescatado con vida, aunque herido, mientras que los otros dos permanecen desaparecidos.

Las autoridades estadounidenses iniciaron una intensa búsqueda de los desaparecidos, aunque las condiciones del lugar hicieron difícil la operación. La Policía de Maryland comunicó que no esperan encontrar a las personas con vida, lo que sugiere un desenlace trágico para los desaparecidos.

Antes de la colisión, la tripulación del buque lanzó un aviso de emergencia, lo que permitió a las autoridades cortar la circulación de vehículos en el puente y evitar una tragedia mayor. Las labores de búsqueda de los cuerpos continúan por parte de agencias federales y estatales estadounidenses.