Juárez-El Paso/ Elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos han intensificado el refuerzo de las barricadas de alambre de navaja y de malla en la frontera entre Texas y México, desafiando una demanda del Gobierno Federal estadounidense para su retirada. La medida ha generado controversia, ya que migrantes y ambientalistas denuncian las graves consecuencias humanas y ambientales que representa esta estructura.

La alambrada de navajas instalada a lo largo de la frontera ha sido calificada de "inhumana" por migrantes que intentan cruzarla en busca de asilo. Érika Macías, una ecuatoriana que recientemente llegó con su bebé de seis meses, expresó su horror al ver las púas y su temor de que su hijo sufriera lesiones. El venezolano Eduardo Díaz, por su parte, lamentó que estas barricadas causan traumas psicológicos, y recordó que algunos migrantes han perdido la vida en su intento de cruzar la frontera.

A pesar de la demanda interpuesta por el Gobierno Federal de Estados Unidos contra el gobernador de Texas, Gregg Abbott, por la colocación de barreras adicionales en el río Bravo, una docena de militares de la Guardia Nacional estadounidense ha continuado reforzando la peligrosa alambrada de navajas bajo el puente Internacional Reforma. La estructura ha sido aumentada de dos a tres niveles, alcanzando una altura de más de 2 metros.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha argumentado que el gobernador Abbott viola la Ley de Ríos y Puentes, ya que la ley federal prohíbe la colocación de barreras no autorizadas en el río Bravo y otras aguas navegables del país. La demanda se centró inicialmente en las boyas, pero también incluye las estructuras metálicas de malla y alambradas con peligrosas navajas destinadas a detener el flujo migratorio hacia territorio estadounidense.

La presencia de estas barricadas ha generado preocupación entre los ambientalistas, quienes denuncian el impacto negativo en el ecosistema y en la vida de los animales. Daniel Delgadillo Díaz, ambientalista del Frente en Defensa de El Chamizal, sostiene que la estructura ha atrapado y lastimado a animales a lo largo de su extensión, desde la frontera oeste entre Chihuahua y Texas hasta el Valle de Juárez.

La situación en la frontera Juárez-El Paso continúa siendo un tema sensible y complejo, con posturas encontradas entre las autoridades de Texas y el Gobierno Federal de Estados Unidos, mientras migrantes y ambientalistas claman por una solución más humana y respetuosa con el medio ambiente. La controversia en torno a estas barricadas destaca la urgencia de abordar la problemática migratoria y encontrar alternativas que respeten los derechos humanos y preserven la biodiversidad.