EU/ La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas informó el viernes que cerca de 100,000 personas han huido de la zona metropolitana de Puerto Príncipe en el último mes, debido al recrudecimiento de los ataques de las pandillas armadas.

Según los datos recopilados en las estaciones de autobuses más utilizadas, la OIM registró que entre el 8 de marzo y el 9 de abril, 94,821 personas abandonaron la capital para dirigirse principalmente a los departamentos del Gran Sur. Estos departamentos ya albergan a 116,000 desplazados que han huido en los últimos meses, según precisó la OIM en un comunicado.

Estas cifras representan un aumento significativo en comparación con el período anterior, donde la OIM había registrado 53,000 desplazados entre el 8 y el 27 de marzo.

La agencia señala que estas cifras pueden no reflejar completamente el flujo total, ya que algunos desplazados pueden evitar los puntos de registro.

La OIM advierte sobre la falta de infraestructura adecuada en las provincias receptoras y la escasez de recursos en las comunidades receptoras para hacer frente a esta crisis de desplazamiento masivo desde la capital.

Según los datos, la mayoría (63%) de las personas que huyeron de la capital ya eran desplazados internos, muchos de los cuales se habían refugiado previamente con familiares en el área metropolitana de Puerto Príncipe. Algunos de estos desplazados internos han experimentado múltiples desplazamientos, lo que muestra la complejidad y la gravedad de la situación.

La OIM destaca un fenómeno preocupante: a medida que la situación empeora en la capital, incluso aquellos que no han sido desplazados antes están tomando la decisión de abandonarla en busca de seguridad en las provincias.

La violencia es la principal razón citada por la gran mayoría (78%) de las personas entrevistadas por la OIM para abandonar la capital, y el 66% expresó su disposición a permanecer fuera el tiempo que sea necesario.

Haití enfrenta desafíos crónicos como la pobreza, desastres naturales, inestabilidad política y la persistente violencia de las pandillas armadas. Los recientes ataques de pandillas, dirigidos a instituciones clave, reflejan la profunda crisis que atraviesa el país, donde las tensiones políticas y sociales continúan exacerbando la situación humanitaria.