Guatemala/ En medio de un camino tortuoso marcado por denuncias, tensiones y enfrentamientos, Bernardo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala con un retraso de tres horas y 28 minutos en una sesión legislativa que mantuvo en vilo a la sociedad guatemalteca.

La investidura de Arévalo, líder del Movimiento Semilla, enfrentó resistencia por parte de los partidos de derecha y el oficialismo desde agosto, cuando fue electo. La sesión legislativa, programada para las cuatro de la tarde, experimentó retrasos, generando incertidumbre y manifestaciones a las afueras del Congreso.

Violentos choques entre la policía y los manifestantes contrastaron con los esfuerzos diplomáticos de funcionarios de alto nivel, quienes enviaron una carta a los legisladores instando a cumplir con el mandato constitucional de entregar el poder a Arévalo. Entre los firmantes destacó el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.

"Vamos a sacar adelante a este país y a todos los guatemaltecos, que ya se cansaron de la corrupción", expresó Arévalo antes de dirigirse al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, donde concluyó el acto protocolario de investidura.

Sin embargo, la conformación de la Junta Directiva se convirtió en otro obstáculo. Los 23 asambleístas de Semilla, al haber asumido como independientes en la legislatura pasada, no podían ocupar cargos en los órganos del Legislativo. La votación de un acuerdo para restituirlos como grupo parlamentario retrasó los protocolos.

A las 10:15 de la noche, la planilla presidida por Samuel Pérez, del Movimiento Semilla, obtuvo los votos necesarios para la Junta Directiva. A las 10:40 de la noche, el expresidente Alejandro Giammattei entregó las insignias de mando al Congreso y explicó, a través de una carta, su ausencia debido a los retrasos legislativos.

Los 160 diputados fueron trasladados en camiones al Teatro Nacional, donde finalmente se llevó a cabo la toma de protesta a Bernardo Arévalo en un evento que hizo esperar a varios líderes de Estado invitados.

A pesar de los obstáculos, Arévalo se reunió con miles de personas en la plaza central de la capital para celebrar el inicio de su gobierno, que se extenderá hasta 2028.

El camino hacia la presidencia estuvo plagado de desafíos, desde la suspensión del Movimiento Semilla por corrupción en junio pasado, la solicitud de quitar la inmunidad a Arévalo en noviembre por la ocupación de una universidad en 2022, hasta la acusación de lavado de dinero contra Semilla en diciembre, que Arévalo calificó como un "golpe de Estado" en su contra.