San José, Costa Rica/ Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua y la primera mujer en América Latina en ser elegida jefa de Estado por voto popular, falleció este sábado a los 95 años de edad, en San José, Costa Rica, tras una larga enfermedad.

“Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario”, informaron sus hijos Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana y Carlos Fernando Chamorro Barrios en un comunicado conjunto.

Nacida el 18 de octubre de 1929 en Rivas, Nicaragua, Violeta Chamorro fue viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado en 1978 por sicarios de la dictadura de Anastasio Somoza. A raíz de ese crimen, Barrios de Chamorro emergió como una figura clave de la oposición al régimen, hasta convertirse en la candidata presidencial de la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de 14 partidos.

Su histórico triunfo el 25 de febrero de 1990, con el 54.7 % de los votos, significó la derrota de Daniel Ortega y marcó una transición pacífica hacia la democracia tras una década de guerra civil.

Durante su presidencia (1990–1997), Chamorro restauró libertades civiles, promovió la reconciliación nacional e impulsó el regreso de Nicaragua a la comunidad internacional, a pesar de las graves restricciones económicas que enfrentó su gobierno.

“Sus restos descansarán temporalmente en San José, Costa Rica, hasta que Nicaragua vuelva a ser República, y su legado patriótico pueda ser honrado en un país libre y democrático”, subrayaron sus hijos.

La familia Chamorro Barrios permanece en el exilio desde 2018, tras ser desterrada por el actual gobierno de Ortega, señalado por organismos internacionales de instaurar un régimen autoritario. En octubre de 2023, Violeta Chamorro fue trasladada desde Managua a Costa Rica para recibir atención médica especializada y reunirse con sus hijos.

“Doña Violeta falleció en la paz del Señor”, expresaron sus familiares. “Gracias a los nicaragüenses en todas partes del mundo por sus oraciones y solidaridad, y especialmente al pueblo y Gobierno de Costa Rica que la acogió en sus últimos años”.

El fallecimiento de Chamorro ocurre en un momento en que Nicaragua atraviesa una profunda crisis democrática bajo el gobierno de Ortega, en marcado contraste con los valores de reconciliación y libertad que ella defendió durante su vida pública.