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Ciudad de México/ El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en abril de 2025 se perdieron 47 mil 442 empleos formales, lo que representa la tercera mayor caída para ese mes desde 2009, solo superada por las cifras registradas durante la crisis económica global de 2009 y el inicio de la pandemia en 2020.
Aunque la institución atribuyó esta pérdida a factores estacionales como la Semana Santa, los datos revelan una tendencia preocupante: el número total de empleos registrados ante el IMSS cayó a 22 millones 417 mil 668, la cifra más baja en lo que va del año. Además, se perdieron 48 mil 807 empleos eventuales, el mayor descenso de esta categoría desde 2020, y apenas se generaron 1 mil 365 empleos permanentes, la segunda cifra más baja en una década.
ESTANCAMIENTO LABORAL A NIVEL NACIONAL
Pese al discurso optimista de las autoridades federales –como el secretario de Hacienda, Edgar Amador, quien habló de “crecimiento sólido” en el empleo, y el titular del Trabajo, Marath Bolaños, que calificó el contexto actual como una “primavera laboral”–, los indicadores muestran un panorama muy diferente.
En los primeros cuatro meses de 2025 se han creado solo 179 mil 289 empleos formales, un 44% del total perdido en diciembre pasado, lo que significa que el país aún no recupera el terreno perdido al cierre de 2024. Esta cifra también representa el nivel más bajo de generación de empleo desde 2015, excluyendo el año crítico de la pandemia.
El economista Gerardo Esquivel advirtió que “la generación de empleo formal en México está prácticamente estancada”, y comparó el bajo crecimiento anual del 0.19% con otros episodios críticos en la historia reciente del país, como la recesión de 2001, la crisis financiera de 2008 y el inicio del confinamiento por COVID-19 en 2020.
Organizaciones como México Cómo Vamos señalan que el país necesita crear al menos 100 mil empleos mensuales para incorporar adecuadamente a la población económicamente activa, una meta que en lo que va del año solo se ha cumplido en febrero.
La pérdida de dinamismo en el mercado laboral prende alertas sobre los retos estructurales de la economía mexicana, en un contexto donde el crecimiento del empleo formal es clave para reducir la informalidad y garantizar derechos laborales básicos.
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