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Ciudad de México/ El expresidente Ernesto Zedillo volvió a generar polémica al proponer, mediante una carta pública, que las obras emblemáticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador —como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)— sean auditadas por un auditor internacional independiente, tal como ocurrió con el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) durante su sexenio.
Zedillo defendió la transparencia del Fobaproa y recordó que fue auditado por una firma internacional elegida por la Cámara de Diputados, en un contexto en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya no contaba con mayoría en el Congreso. Aseguró que ese antecedente “debería disipar cualquier duda respecto a la independencia y profesionalismo del trabajo realizado”.
Además, acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum y a legisladores de Morena de revivir ataques contra su gobierno —concluido hace más de 25 años— para “distraer la atención ciudadana” de lo que calificó como “daños causados por las obras inútiles y acciones del gobierno anterior”.
Zedillo fue más allá y calificó como “lo más grave” del sexenio de López Obrador la transformación de la democracia en “un régimen despótico de partido hegemónico”, responsabilizando a Sheinbaum de defender el sistema democrático por el que fue electa.
PABLO GÓMEZ RESPONDE: "NO SE PUEDEN COMPARAR"
Ante estas declaraciones, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, respondió que no se opone a la revisión de las obras del gobierno pasado, pero rechazó cualquier comparación con el Fobaproa. “Las obras están ahí, se pueden ver y revisar. ¿Dónde están las obras del Fobaproa? Estamos hablando de cosas enteramente distintas”, afirmó en entrevista con *Milenio Televisión*.
Gómez recordó que el Fobaproa representó la conversión de deuda privada en deuda pública, y cuestionó su constitucionalidad. “La Constitución dice que no se puede reconocer deuda que no haya sido contratada con el propósito de invertirlo en obras que generen ingresos. Y esa condición no se cumplió”, señaló.
Asimismo, consideró que el expresidente Zedillo “remataba propiedad pública” y es contrario a proyectos que fortalecen la soberanía energética del país. “Que a él no le guste que se produzca más gasolina no significa que sea un problema nacional”, concluyó.
El cruce de declaraciones ocurre en medio del debate por la reforma al Poder Judicial y en un clima político altamente polarizado, donde los cuestionamientos sobre decisiones pasadas y presentes siguen marcando la agenda pública.
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