CDMX/ El expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León aseguró que los recientes señalamientos en su contra por parte del Gobierno de México tienen como propósito desviar la atención de la ciudadanía sobre lo que calificó como “el desastre” y “las obras inútiles” heredadas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

A través de una carta pública, Zedillo respondió a las críticas oficiales por el caso Fobaproa y rechazó las acusaciones, argumentando que el verdadero objetivo del gobierno actual es evitar el escrutinio sobre los costos y resultados de obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

“Al ocuparse de la actuación de un gobierno de hace más de un cuarto de siglo, la presidenta trata de distraer la atención ciudadana de los mexicanos para que no se percaten de los daños causados por las obras inútiles y acciones del gobierno anterior”, expresó el exmandatario.

Zedillo reiteró su propuesta de que una auditoría internacional independiente revise los costos y beneficios —o su falta— de los megaproyectos impulsados por López Obrador. “La ciudadanía tiene todo el derecho a saber cuánto costaron y qué beneficios se perdieron con esas gravísimas tropelías”, enfatizó.

En relación con el caso Fobaproa, Zedillo defendió las decisiones tomadas durante su administración, afirmando que fueron avaladas por organismos internacionales como medidas necesarias para evitar el colapso del sistema bancario y la economía nacional.

“Lo hacen mediante calumnias, insultos y amenazas, en lugar de responder a mis argumentos”, denunció. Agregó que quienes hoy lo critican, en vez de rendir cuentas, buscan manipular la opinión pública con ataques personales.

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El exmandatario, quien recientemente reapareció en publicaciones como Letras Libres y Nexos, ha sido una de las voces más críticas de la actual reforma judicial promovida por Morena, calificándola como “una farsa” y “el asesinato de la democracia mexicana”.

Finalmente, Zedillo advirtió que el rumbo que ha tomado el país con la actual administración y su partido representa una amenaza para la democracia, al acercarlo a lo que definió como un “régimen tiránico”.