CDMX/ En México, la disparidad en el acceso al agua refleja una realidad preocupante según reveló una investigación de BBVA. La mitad de los hogares de ingreso bajo reciben el agua por tandeo, es decir, de forma irregular, mientras que en los hogares de estratos más altos esta situación solo afecta a una sexta parte de ellos.

Este panorama adquiere relevancia en un contexto de sequía que afecta a dos terceras partes del país, según datos oficiales actualizados hasta la primera quincena de abril. Además, el 11% del territorio nacional enfrenta una sequía excepcional, el grado más alto registrado.

El estudio, basado en cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), destaca que en la cuenca del valle de México, durante la misma fecha, el 100% del territorio presentó algún grado de afectación por sequía, una situación inédita según registros históricos.

La distribución del agua también revela disparidades preocupantes. Más del 50% del agua consumida en el país se destina al sector agropecuario, mientras que el uso público-urbano y doméstico representa solo el 14.7% del suministro total.

Por estados, Sinaloa se destaca como el mayor consumidor nacional de agua, principalmente por actividades agropecuarias. Guerrero, en cambio, resalta por el uso de agua en centrales termoeléctricas, especialmente en la central de Petacalco.

A nivel de infraestructura, BBVA informó que el 93.1% de los hogares mexicanos tienen acceso a tuberías para agua potable en sus viviendas. Sin embargo, cerca del 7% restante, equivalente a 2.59 millones de hogares, no recibe agua entubada.

Es importante señalar que esta carencia no se limita a zonas rurales, ya que más del 40% de los hogares sin acceso a agua entubada se encuentran en áreas urbanas. Además, tener acceso a tuberías no garantiza un suministro diario, afectando a uno de cada tres hogares con esta infraestructura.

La desigualdad es evidente en la frecuencia del suministro de agua: mientras que en el estrato socioeconómico alto solo el 17% reporta recibir agua por tandeo, esta cifra se eleva al 49.5% en hogares de ingreso bajo.

Estos datos subrayan la urgencia de políticas y acciones que aborden la distribución equitativa del agua en el país, garantizando un acceso adecuado y constante para todos los ciudadanos, independientemente de su nivel socioeconómico.