Irán lanzó una ola de misiles y drones contra Israel en respuesta al bombardeo contra su consulado en Siria, que se atribuyó a Israel. Esta ofensiva directa contra territorio israelí marca un punto crítico en la escalada de tensiones entre ambos países.

La Guardia Revolucionaria confirmó que este ataque era una represalia al bombardeo del consulado en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria. Irán invocó el artículo 51 de la carta de Naciones Unidas, argumentando "legítima defensa" por la agresión contra su legación diplomática.

El ministro de Defensa de Irán advirtió a cualquier país que permita ataques desde su territorio contra Irán, asegurando una respuesta "contundente".

Israel confirmó el lanzamiento de más de 100 drones contra su territorio y cerró su espacio aéreo en preparación para posibles ataques adicionales. La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, condenaron el ataque y expresaron preocupación por la escalada de violencia en la región.

El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha reunido con su consejo de Seguridad Nacional para monitorear la situación y brindar apoyo a Israel en su defensa contra el ataque.

Francia también condenó enérgicamente la acción de Irán y advirtió sobre el riesgo de una escalada militar.

La situación sigue siendo fluida, con Israel en alerta máxima y la comunidad internacional vigilando de cerca los acontecimientos en la región.