A propósito del retroceso civilizatorio.

Apuntes desde el suelo

Hace poco el nuevo primer ministro alemán Merz, le “regaló a Trump el certificado de nacimiento de su abuelo Frederick Trump” (1), ese inoportuno certificado del abuelo de Trump muestra que el propio presidente de los EEUU su origen es de emigrante alemán, así que es paradójico que si el país del norte se había construido por oleadas de emigrantes de todas las latitudes buscando el “sueño americano”, hoy veamos a los EEUU convertirse en la “pesadilla del mundo”, así vemos como la otrora nación norteamericana que era ejemplo de la más tolerante democracia y cuna del respeto a los derechos humanos y las libertades individuales, hoy vuelta una nación intolerante antinmigrante, con un gobierno fascista que pisotea los derechos fundamentales de todo humano, usando toda la fuerza en las legítimas protestas de los mexicanos contra la política intolerante de Trump, en su intento equivocado de recuperar la “grandeza de los EEUU” a costa de vulnerar los derechos humanos de los emigrantes, principalmente latinoamericanos.

Trump representa el más atroz retroceso civilizatorio, pues a la humanidad le ha costado muchisimo sufrimiento, guerras y muertes, para conquistar una cierto acuerdo de convivencia racional entre los seres humanos, desde Platón, pasando por el idealismo alemán, hasta la ilustración, esencialmente francesa e inglesa, llegamos a pensar que habíamos arribado a un marco conceptual que se tradujera en instituciones trasnacionales de derecho y de civilidad, como después de la Segunda Guerra Mundial se construyó la ONU y sus instituciones legales para salvaguarda al mundo de no repetir las atrocidades de esa guerra y el genocidio judío, y ahora nos quedemos sordos y mudos del holocausto palestino ejecutado por Netanyahu el nuevo Hitler judío, y que en lugar del dialogo hablen los misiles y los drones como hoy ocurre en la absurda guerra de Ucrania, y que se dirimieran los conflictos entre las naciones a través del derecho y el diálogo, y ahora a través del poder militar y comercial; así vimos cómo nos costó reconocer los derechos individuales de los grupos vulnerables, como han sido las mujeres, los indígenas, los transgéneros, los homosexuales, e incluso, los niños, y para ello, construimos marcos supranacionales de los derechos humanos y demás acuerdos suscritos para defensa de las minorías y demás grupos desprotegidos, pensando en no anular la diferencia sino todo lo contrario, incorporarla legítimamente en nuestros marcos constitucionales supranacionales como nacionales.

La proeza de reprimir nuestras pulsiones e instintos a favor de fortalecer el lazo social entre los humanos, y que con ello, privilegiáramos a la razón y a el diálogo, así como a el espíritu comunitario que nos permitió caminar juntos los unos y los otros con total tolerancia, e incluso, que privilegiáramos el amor y la paz en lugar de las guerras, pero en este tiempo tardo modernos todo lo construido civilizadamente se ha hecho a un lado, y en lugar de ello, surge el apego a la fuerza y el poder, es así como vemos que es la bota militar la más laureada e impotente, vemos como la cuna de la civilización (Europa) se preparara para la guerra, aludiendo a falsos fantasmas rusos que el imperio en su lucha contra el mundo multipolar le introyecta para enfrentar a otros constructos castrenses rusos y chinos.

Un mundo al revés, que expectantes e impotentes vemos cómo la clase gobernante carente de sapiencia se vuelca a manos de Aqueronte (muerte) y de Polemo (guerra), y vemos cómo Heráclito y Maquiavelo surgen como los únicos referentes intelectuales, el primero, aludiendo a la tensión, al conflicto, nos dice, “la guerra es el padre y el rey de todas las cosas; a unos los muestra como dioses, a los otros, como hombres; a algunos les hace esclavos, a otros les hace libres”, (fragmento), y el segundo, nos aconseja que, “más vale hacerse temer que amar”, en su libro clásico “El príncipe”.

Viene hacer Trump el junior emprendedor venido presidente de los EEUU, el supuestos salvador de la América Profunda, quién recuperará con la violencia y el desplante irracional “la grandeza de los EEUU”, pero también es, el sepulturero de la ilustración, de la democracia, del derecho internacional, de la diplomacia, quién le tocó hacer el trabajo sucio de “la nueva esfera de lo público. A propósito de la rebelión de la élite económica mundial” (2) que ya no le gusta que la clase política le represente, por eso su desdén al derecho y la civilidad, al político de profesión, e incluso, a los intelectuales.

El mundo vive un deprimente y absurdo retroceso civilizatorio, y nadie se ha dado cuenta, nadie se atreve a señalar ese peligroso retroceso civilizatorio que encabeza Donal Trump, por eso personajes como Milei y Zelenzki se vuelven los nuevos referente de la decadencia de no tan sólo de occidente, sino de todo el mundo, Milei es el párroco que oficia el divorcio de la economía y la política, volviendo a la economía una mariticida infeliz, el segundo, el defensor de la pobre Europa que sufre fuertes traumas edípicos que le llevan a erigir a un fascista como su portavoz.

El futuro luce lúgrebe, triste, temeroso, y oscuro, pues la chispa que provoque la revuelta apocalíptica puede venir de una mirada incomoda, de un Homero que trabajando con pereza puede apretar el botón rojo sin querer queriendo, o, por la vendetta de un capo eslavo, por doquier provendrá el peligro, por eso hasta la delincuencia organizada que nos quejamos amargamente se ha vuelto aprendiz de la maldad, en comparación con la maldad profesada y ejecutada por los ascetas conversos ricos, por los ricos venidos presidentes de un país poderoso con armas nucleares. 

Vienen tiempos difíciles, Pulp Fiction" (1994) de Quentin Tarantino, El infierno (2010) dirigida por Luis Estrada, o, Scarface" (1983) dirigida por Brian De Palma, entre otros filmes de violencia lucen surrealista e infantiles en comparación con “el filme” (un sarcasmo) de la guerra de Ucrania donde un dron asesino tortura primeramente y luego hace un almacigo de carne a un soldado enemigo, o un misil “avellana” presentarse como luces que salen de las manos de alguna deidad apocalíptica explotar a 200 metros de profundidad para eliminar a la inteligencia militar de la OTAN, que se enfrenta a un Oso ruso que ha recobrado su salud y mal humor; o, un comediante venido presidente de Ucrania hacer una arengar por la libertad y la democracia arriba de los cadáveres de varias generación de jóvenes ucranianos. 

Reconstruir el andamiaje conceptual que nos costó más de 2000 años y que nos sirviera para hacer real nuestra ficción de ser seres sociables por antonomasia, no sé si será posible volver a levantarlo, y más aún, que volvamos a creer en esa ficción de la racionalidad y tengamos fe en nuestra naturaleza social, y volvamos a vanagloriarnos de ser animales que piensan (homosapien). No sé si la herida infringida a nuestra racionalidad sea terminal y tengamos la fuerza y la inteligencia para volver a que creer como el cándido de Voltaire, “vivimos en el mejor de los mundos posibles”.

_{1.-https://www.elperiodico.com/es/videos/internacional/merz-regala-trump-certificado-nacimiento-abuelo/118326693.shtml}

_{2.- https://abriendobrecha.com.mx/2024/11/28/la-nueva-esfera-de-lo-publico/}