Personaje que ocupó el principal despacho del Palacio de Gobierno de Xalapa y que fue calificado en varias ocasiones no solamente por la opinión pública estatal, los medios de comunicación estatales y nacionales, sino también, que es lo más grave, para él, por algunos de los principales dirigentes de Morena a nivel nacional, como el peor gobernador que tenía Veracruz y también como un lastre para Morena.

    Lo que quedó demostrado en parte con los subejercicios presupuestales que hubo durante su sexenio, que provocó el regreso del dinero que era para obras en beneficio de los veracruzanos, a las arcar no de la Federación, sino de la Presidencia de la República, lo que provocó que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo bautizara como: “el más honesto gobernador”. Pero nunca como el más eficiente. Realizando durante los seis años como su obra cumbre, los puentes de la avenida Lázaro Cárdenas, que causaron durante su construcción daños ecológicos a la ciudad irreparables.

    Pero a los pequeños detalles señalados, hay que sumar las acciones de corrupción llevadas a cabo por sus más cercanos colaboradores, algunos hasta parientes muy cercanos y que nunca fueron cuestionados y mucho menos investigados, por lo que la impunidad se dio en su máxima expresión.

    Llegando al clímax los errores morenistas durante el pasado proceso electoral a través del cual se renovaron los 212 gobiernos municipales que hay en esta entidad federativa. Al perder como organización política el aproximadamente 90 % de los municipios de gobernaba, el obtener sin sus aliados, solamente once, de más cien. Lo que también se debe al aprendiz de dirigente que tiene aquí Morena en Veracruz, que llegó a ocupar ese cargo sin tener experiencia alguna en la difícil actividad que es la política partidista y en el caso particular también en la actividad política.

    Por lo que ahora la pregunta es: ¿Qué pasará con Morena en el Estado de Veracruz? Es cierto que de las adversidades de aprende. Sí, pero en el caso de los integrantes de este movimiento que eso suceda parece difícil, ya que para formar parte de este grupo político, lo que se requiere como lo decía AMLO, es solamente obediencia ciega en un 90 % y 10 % de preparación. Lo que hace suponer que el aprender no es su fuerte. Usted qué opina, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com VISITE NUESTRA PÁGINA WEB: sigloxxi.live.