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El precio del café al consumidor en México registró un aumento de 13.4% en abril, que representa el mayor aumento mensual de este producto en los últimos dos años, desde abril de 2023, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El precio del café tostado incluso se disparó un 19.2% durante el mes, lo que no se observaba desde finales de 2022.
Esto se debe a varios factores, incluyendo la escasez global del grano, así como los crecientes costos de producción y el incremento en la cotización en los mercados mundiales.
El precio del café alcanzó este año máximos históricos en los mercados mundiales, impulsado por una peligrosa combinación de factores climáticos, geopolíticos y especulación financiera. Entre septiembre de 2023 y marzo de 2025, la cotización del café arábigo pasó de 146 a 393 dólares por quintal, lo que representó un incremento de aproximadamente 169 por ciento.
Este aumento en los precios internacionales del café ha sido recibido con entusiasmo en los principales estados productores de México, como Chiapas y Veracruz. Para muchos, se trata de una aparente bonanza que podría traducirse en mayores ingresos y recuperación económica para miles de familias cafetaleras. Sin embargo, detrás de esta alza se esconde la especulación financiera, un factor que ha distorsionado el mercado cafetalero mundial.
De hecho, el incremento en los precios, se debe fundamentalmente a las sequías que afectaron las plantaciones en Brasil y Vietnam, lo que redujo la oferta global, además de interrupciones en el transporte marítimo y un aumento en la demanda internacional.
Ante este panorama, el precio del café en los mercados mundiales alcanzó este año una cifra récord, superando los 4 dólares por libra, la cifra más alta registrada en los últimos 50 años.
En consecuencia, el mercado de futuros del café ha experimentado una alta participación de inversores y especuladores, atraídos por las expectativas de que se mantenga la escasez del grano. En periodos de alta incertidumbre, como el actual, el flujo de inversión especulativa amplifica la volatilidad de precios, generando picos que van más allá de las dinámicas de oferta y demanda reales.
Según un informe de Hedge Point Global Markets, más del 30% de los contratos de futuros de café arábiga en la Bolsa de Nueva York están en manos de inversores no comerciales, un nivel históricamente alto.
Esto significa que la especulación en los mercados de futuros ha inflado artificialmente el precio del café, motivada por el temor a pérdidas en cosechas por fenómenos climáticos, conflictos geopolíticos y desajustes en la cadena logística. Fondos de inversión y grandes comercializadores aprovechan esta incertidumbre para operar en un entorno de alta volatilidad, dejando a los productores – los que siembran, cuidan y cosechan el grano – en un terreno peligrosamente inestable.
El problema no es sólo que estos aumentos no se reflejan íntegramente en el pago al productor sino que esta volatilidad crea falsas expectativas. Muchos cafetaleros podrían endeudarse para aumentar su producción, confiando en que los precios se mantendrán altos, pero se está observando que el consumo de café ha caído en algunos países debido a su elevado precio.
Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), estimó que la producción nacional de café se reducirá 8% este año, aunque afirma que se mantiene el consumo en México.
El peligro, según los expertos, es que toda “burbuja” especulativa tiende a desinflarse, tarde o temprano, cuando el mercado se estabilice o la especulación cambie de rumbo, lo que podría desplomar los precios y con ellos, la frágil economía de miles de pequeños cafetaleros.
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