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Contra todos los pronósticos pesimistas, la economía mexicana registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.5% trimestral y 2.1% anual durante el primer trimestre de 2025, de acuerdo con la estimación oportuna publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Las cifras superaron las expectativas del mercado, que anticipaban una desaceleración más marcada o incluso un estancamiento, ante señales de debilidad externa y restricciones internas.
Durante los últimos meses de 2024 y los primeros de 2025, diversos analistas alertaron sobre riesgos que podrían frenar el crecimiento. Entre ellos destacaban la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo, que ha generado preocupación en el sector empresarial por su posible impacto en el Estado de derecho y la autonomía del Poder Judicial, así como el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos con una agenda mercada por medidas migratorias severas y amenazas arancelarias que afectan directamente al comercio bilateral.
Pese a este panorama, la economía mostró una capacidad de adaptación inesperada. El error en los pronósticos puede atribuirse a una subestimación del dinamismo interno, especialmente en el sector agropecuario, y al efecto rezagado de la inversión pública.
La subida, por encima de la expectativa del mercado, ocurrió gracias al repunte trimestral del sector agropecuario (8.1%), que mostró su mejor desempeño desde 2011, superando el severo desplome del trimestre anterior; además los servicios no variaron aunque se registró un retroceso (-0.3%) en la actividad industrial.
El informe sobre la economía de México contrastó con el de Estados Unidos, que registró una caída de 0.3% en el PIB, lo que representa el primer dato trimestral negativo desde 2022 y el primero que incorpora el inicio de la presidencia de Trump.
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró el crecimiento de la economía de México, frente a la previsión de los organismos internacionales y financieros que esperaban una recesión en el país.
“No conocían los esfuerzos que estamos haciendo. Hay quienes pudieron haberse cruzado de brazos o haber rescatado a los de arriba, como en el pasado, pero nosotros hemos impulsado la economía desde abajo y el desarrollo económico del país con prosperidad compartida”, subrayó.
“Claro que queremos más –enfatizó la presidenta–, pero frente a la circunstancia de aranceles, la situación de incertidumbre en que se ha movido todos estos meses la economía mundial por el marco impuesto por el presidente Donald Trump, es una buena noticia”.
Además, aseguró que “estamos en los niveles más bajos de desempleo para el mes de marzo y la inflación prácticamente se mantiene. Entonces vamos bien. Por supuesto que ha tenido sus implicaciones esta situación (derivada de Trump), pero se está trabajando todos los días”.
El periódico El Financiero señaló que el PIB de México venció por “un pelito de rana calva” los pronósticos de los analistas consultados por Bloomberg, que estimaban un crecimiento de apenas 0.1 por ciento, mientras que el diario El País también destacó que México había librado “por la mínima” la recesión técnica, es decir, la caída de su economía durante dos trimestres consecutivos.
“Parece que el primer trimestre se salvó gracias a la concentración anticipada de la producción y las exportaciones ante un cambio en los aranceles de importación de Estados Unidos”, declaró Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs Group, antes de la publicación del informe.
Aun así, el riesgo de aranceles sobre las exportaciones a Estados Unidos, por mucho el principal socio comercial de México, sigue vigente, y las amenazas de Trump de imponer aranceles “recíprocos” sobre más productos siguen siendo una posibilidad muy real.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Mood’s Analytics, entrevistado por El País, explicó que la mejoría del PIB es marginal y aún refleja cierta debilidad, por lo que, aún es prematuro descartar una recesión. “La mayoría de los efectos adversos de los aranceles se mostrarán en las exportaciones de abril y de los meses siguientes, mientras que el impacto de la deportación de trabajadores mexicanos se sentirá en las remesas durante el año. El daño a la economía mexicana se mostrará a partir del segundo trimestre, aumentando así la probabilidad de una contracción económica y haciendo que la mejoría del primer trimestre haya sido solo una sorpresa temporal”, expresó.
Aunque el gobierno está acelerando el ejercicio del presupuesto federal, incluyendo la puesta en marcha de proyectos de infraestructura, el especialista consideró que el desempeño de la economía mexicana aún se verá restringido por la incertidumbre y el daño a la confianza causado por las políticas proteccionistas de Estados Unidos. Por este motivo, Moody´s mantiene su previsión de una caída económica de 0.3% en 2025, que incluye una contracción trimestral en, al menos, el segundo trimestre.
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