En verdad que ya no sabemos qué nos depara el futuro ni siquiera el día siguiente, si amanecemos vivitos y coleando y sanitos. Aún vendrán cosas peores, por más que nos empeñemos en empequeñecer, en minimizar el torrente de desquicio que nos amenaza cual tormenta, terremoto, etc. ¿Seguiremos –moriremos– engañados o autoengañados, con tal de no padecer tanto sufrimiento? Me rehúso a admitirlo, a tolerarlo. Algo hay que hacer. ¿Qué?

Friedrich Hebbel afirmaba que hay mucha gente que no cree en nada, pero que tiene miedo de todo. ¿Y saben que le dice la nada a la nada? Nada. ¿Juego de palabras? Para nada. ¿Qué le dice un techo a otro? Techo de menos. En tiempos violentos, más en tiempos electorales, más siempre en tiempos de crisis –ahora crisis de humanidad, ¿cuándo no?–, pos qué queríamos, seguir creyendo en los Santos Reyes. Digo, al mal tiempo darle buena cara, dicen.

Hay que andarse con cuidado. Porque cuando bostezamos frente al espejo, nos tragamos a nosotros mismos, escribiera mi gran amigo Ramón Gómez de la Serna.

¿En quién creer? El titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, en conferencia de prensa afirmó que no hay pruebas de que el rancho Izaguirre de Teuchitlán, en Jalisco, fuera utilizado como un lugar de cremación, que sólo era centro de adiestramiento del CJNG. Ajá, ¿y luego? ¿Nos lavamos las manos?

Creo que nos seguiremos mintiendo y destruyendo. Porque en México no pasa nada, y la nada es la nada, ¿o no?

En su microcuento “Cielo e infierno”, Mark Twain escribe: “El moribundo no podía decidirse a qué lugar ir… los dos tenían sus ventajas: el cielo por el clima, el infierno por la compañía.” Ustedes decidan.

LOS DÍAS Y LOS TEMAS

Lo dijo el genial cineasta Pedro Almodóvar: “Trump y sus amigos, millonarios y oligarcas, no pueden convencernos de que la realidad que vemos con nuestros propios ojos es la contraria a la que vivimos, por mucho que tergiverse las palabras, afirmando que significan lo contrario de lo que significan. Los inmigrantes no son criminales. Fue Rusia la que invadió Ucrania”.

Agregó: “Señor Trump, le hablo a usted y espero que escuche lo que le voy a decir. Pasará a la historia como el mayor error de nuestro tiempo. Su ingenuidad solo es comparable a su violencia. Pasará a la historia como uno de los mayores daños a la humanidad… Pasará a la historia como una catástrofe”. (milenio.com, 29/04/2025).

El gran Víctor Hugo expresó: “Intentar, desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, pelear a brazo partido con el destino, dejar asombrada a la catástrofe cuando ve qué poco miedo nos da, ora enfrentarse al poder injusto y ora rebelarse contra la victoria ebria, resistir, plantar cara: ése es el ejemplo que necesitan los pueblos y la luz que los electriza.”

Clarito, clarito, clarito… Eso espero.

DE CINISMO Y ANEXAS

Salí ileso del sismo del este martes 29 de abril, pero al final me informaron que fue un simulacro. ¡Qué mala onda! Nada es real. Dice el Gobierno: “¡El simulacro es para que todos sepan que no estamos preparados para un terremoto real!” También dice el Gobierno: “El simulacro es una oportunidad para que veamos que tenemos un plan de emergencia, pero no lo vamos a usar.” Por eso estamos como estamos.

Dice el pueblo -el manoseado pueblo-: “¿Por qué el simulacro solo dura un par de minutos, cuando la vida en México es un terremoto constante?” ¡Santo Dios!

Y la violencia sigue… No importa, vivimos a diario simulando. Hay promesas y ocurrencias al por mayor. Vendrán tiempos mejores. O sea… Tranquilos.

–Oiga, ¿usted está empadronado?

–No, qué va, es mi carácter…

Hasta la próxima.