|
En 1988, cuando el PRI gobernaba como partido único, un movimiento interno llamado “La Corriente Democrática” liderado por el Ing. Cuauhtémoc Cardenas exigía el fin del dedazo y mayor apertura democrática interna para alcanzar la candidatura presidencial.
Lo que recibió a cambio fue la nominación de su adversario político Carlos Salinas de Gortari como candidato a Presidente. Decidió romper con el PRI, conformar el Frente Democrático Nacional y postularse Candidato a la Presidencia de México; con él también salieron Porfirio Muñoz Ledo, ex líder nacional priista y el actual Presidente López Obrador, entonces dirigente del PRI en Tabasco.
En aquella época, la izquierda mexicana reconocía al veracruzano Heberto Castillo como su líder moral y lo postuló a Presidente. Pero en un acto de civilidad política inusitado, declinó su candidatura por la de Cárdenas, incluyéndole su capital político. De nada sirvió. Ganó Salinas y Cardenas acusó el mayor fraude electoral de la historia. El triunfo fue ratificado.
Las declinaciones no son la solución. Los que declinan y los que reciben olvidan que los simpatizantes no pasan en automático.
Que es precisamente el resultado de aquella elección de 1998 lo que cambió el juego político mexicano: la alternancia llegó para quedarse.
Ahora que el bloque opositor PAN, PRI y PRD piden la declinación de Jorge Alvarez Máynez de Movimiento Ciudadano en favor de Xóchitl Gálvez, hacen cálculos matemáticos reduciendo el resultado a una simple suma de posibles votos. Nada más alejado de la realidad.
Hay mexicanos que no se identifican ni con Morena ni con el Bloque Opositor, o ven en MC una opción o tal vez no tienen otra alternativa más atractiva. Pero quieren ir a votar por que hay una mayor conciencia política.
Las declinaciones son el recurso fácil para salirse del juego. Si lo que querían era construir un gran bloque político contra el partido del gobierno, entonces debió ser antes de iniciar la campaña, como en 1988.
¿O usted ve a MC declinando o a Dante Delgado, el fundador y sus seguidores alzando la mano de Xóchitl Gálvez y dejando ir sus beneficios como partido político opositor, incluyendo su presupuesto? Yo no.
Lo que veo es a Movimiento Ciudadano jugando con Morena el papel que en su momento jugó el PAN con el PRI. El 1-2. Nadie mas, solo ellos.
¿O usted qué opina?
|
® 2013 ENTORNO POLÍTICO |