Cada muerto, muerta, asesinado, asesinada, desaparecidos por la negligencia y el contubernio y por el cinismo del poder, son también un dolor vivo de otros, de los próximos, de los padres, de los hermanos, de los hijos. Mientras otros se regodean asumiendo el no pasa nada, al fragor del supuesto complot, de la culpa de los contrarios, del ayer y en el sepulcro del presente y de la responsabilidad conferida, del cinismo manifiesto. Ellos, los gobernantes se entretienen en saraos, en convites, con los socios, amigos, cómplices con los que abusan del ciudadano y hacen un escarnio de la sociedad. En los afanes del poder y del abuso público luchan ciegamente por hacer de esta patria ensangrentada un paramo sin vida y un cementerio de dolor cada vez mas engrandecido. Basta ya de tanta sangre, dolor, miedo y angustia. Basta de tantas promesas incumplidas y tanto horror y temor ciudadano. Basta ya
*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.