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CLAROSCUROS
Fernando Gutiérrez Barrios (+) y Salvador Cienfuegos Zepeda: “hemos ganado la batalla del olfato”: Fouche…(1)
José Luis Ortega Vidal
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¿Qué tiene en común Fernando Gutiérrez Barrios (+) y Salvador Cienfuegos Zepeda?
En el momento de capturar a Fidel Castro Ruz y 22 cubanos más, Gutiérrez Barrios era “jefe de control e información de la Dirección Federal de Seguridad, donde trabajaba bajo las órdenes de su director, el coronel Leandro Castillo Venegas” (Nexos, op. cit.). Contaba sólo con 29 años de edad y ya era un experto policía político desde el sexenio -1946-1952- de su paisano, el veracruzano Miguel Alemán Valdés quien lo integró muy joven a la DFS.
El nombre de Fernando Gutiérrez Barrios aparece durante 50 años de vida política en México y siempre ligado a su lado oscuro, represor.
Representante de un estilo singular:un dandy de la desaparición forzada, un idealista armado con las más poderosas herramientas nacionales y extranjeras del espionaje (trabajó para la CIA, de Estados Unidos, bajo la clave "Litempo 4").
Fue un operador clave en México durante el asesinato del Presidente John F. Kennedy y un leal servidor en el andamiaje del sistema político mexicano denominado “la dictadura perfecta” por el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Tres periodistas ofrecen detalles –como los hay por miles, en igual cantidad de dudas, secretos, especulaciones- sobre la vida y obra de Fernando Gutiérrez Barrios:
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En el sitio del Colegio de México dedicado a Movimientos Armados caja 2350 se encuentra un documento desclasificado por el Archivo General de la Nación bajo los numerales:
C.G.2.A.
D.F.S.-17-111-70
387 (ESCRITO A MANO)
SELLO DE LA SECRETARIA DE GOBERNACIÓN
TITULO: GRUPO GUERRILLERO DE LUCIO CABAÑAS
FIRMA: MUY RESPETUOSAMENTE, EL DIRECTOR FEDERAL DE SEGURIDAD CAP. FERNANDO GUTIÉRREZ BARRIOS. (7)
El documento se conforma por seis páginas tamaño carta y en ellas se cuentan detalles sobre cartas del profesor normalista rural Salvador Ángeles Salas con el seudónimo de “Ramón López Sánchez”, enviadas desde Guerrero a familiares y amigos en las entidades de Hidalgo y Veracruz.
Salvador Ángeles Sánchez formó parte del movimiento guerrillero encabezado por el profesor Lucio Cabañas Barrientos y vía escrita impulsó la búsqueda de simpatizantes y militantes en Hidalgo y Veracruz.
Sus cartas fueron detectadas por la DFS y a través suyo el gobierno se informó sobre los planes de un alzamiento armado en el país impulsado por Lucio Cabañas; además de la búsqueda de financiamiento vía acciones violentas como la idea de asaltar una sucursal del Banco de Tuxpan, Veracruz.
Los detalles de las cartas –documentos históricos- se encuentran a disposición en el sitio movimientosarmados.colmex.com.
Ahí hay varios rostros de una realidad: la radicalización de movimientos originalmente pacíficos y políticos cuyas búsquedas de una transición a la democracia y la justicia social no hallaron puertas abiertas en el sistema político del Estado; se toparon, eso sí, con la respuesta violenta a sus acciones de la misma naturaleza.
No se pueden observar aquellos sucesos desde una perspectiva maniquea.
Se trató de un enfrentamiento, un choque de fuerzas donde prevaleció la fuerza del Estado frente a quienes buscaron modificar el status quo del Estado/Sociedad por la vía armada.
Ese Estado/Gobierno impulsó, animó, generó su desarrollo bajo condiciones antidemocráticas, oligárquicas y de generación de pobreza creciente, siempre creciente.
Aquello fue una traición a los ideales de la Revolución de 1910.
Quienes llegaron al Poder/Político y al Poder/Económico luego de la Revolución olvidaron sus objetivos y se adueñaron de los recursos de un país en cierne; con excepción del período liderado por el general Lázaro Cárdenas del Río, cuyo caso merece análisis aparte.
Luego, ante la radicalización de grupos opositores menores optaron por hacer a un lado la Ley para dar paso al exterminio del enemigo, incluyendo a miembros de la sociedad civil inermes.
El brazo militar ligado a este proceso histórico une las trayectorias del capitán Fernando Gutiérrez Barrios y el general de división Salvador Cienfuegos Zepeda.
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Hay un elemento clave en la historia MILITAR/POLITICO/POLICIACA de Fernando Gutiérrez Barrios.
Surge de una deducción lógica simple: al dejar las fuerzas castrenses para integrarse al servicio civil a fines del sexenio de Miguel Alemán Valdés era apenas un muchacho de 25 años.
No pudo, entonces, haber dado ese paso en calidad de capitán, si acaso pudo haber sido subteniente o teniente.
Luego entonces, el grado de capitán del Ejército debió habérsele otorgado en el transcurso de su trayectoria dentro del servicio Político/Policiaco.
Ya aparece como capitán en 1956 cuando detuvo a los integrantes del movimiento revolucionario cubano en la ciudad de México.
¿Qué Presidente le otorgó tal grado? ¿Miguel Alemán Valdés o Adolfo Ruiz Cortínez?
El personaje de que nos ocupamos está ligado a la captura de los revolucionarios cubanos, a las investigaciones sobre Lee Harvey Oswald -asesino de John F. Kennedy- y su paso por México, a la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, a la Guerra Sucia implementada por el gobierno mexicano contra grupos opositores al PRI durante las décadas de los 60s y 70s en la segunda mitad del siglo XX; al momentum histórico de transición entre el viejo régimen –con sus dinosaurios respectivos- y los tecnócratas autores e impulsores del neoliberalismo desde el gobierno de Miguel de la Madriz Hurtado y encabezados por Carlos Salinas de Gortari.
Desapariciones forzadas, torturas, muertes estuvieron a cargo de la DFS de la que Fernando Gutiérrez Barrios formó parte desde su juventud, a la que encabezó -1965-1970- y en la que prohijó a nefastos, crueles e impunes asesinos disfrazados de “salvadores de la Patria” como Miguel Nazar Haro, José Antonio Zorrilla Pérez y otros altos mandos de la temible Dirección Federal de Seguridad.
La DFS evolucionó y se convirtió en el CISEN el 13 de febrero de 1989.
El 30 de octubre del 2019 el CISEN fue sustituido por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
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No todo es Poder Político/Poder Militar/Guerra Sucia/Inteligencia Política/Represión/Búsqueda de Justicia Social y Democracia.
Hay muchos elementos más: Crimen organizado-Estado, es uno de ellos…
El 13 de octubre del 2013 la revista PROCESO publicó una entrevista con el coronel retirado del Ejército Mexicano: Jorge Carrillo Olea. Fue reproducida por el sitio Aristegui Noticias.
En dicho documento periodístico titulado
se lee:
“La Dirección Federal de Seguridad estaba totalmente al servicio de la CIA”, afirma quien fue encargado de liquidar aquella institución y fundar el Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
Durante décadas la DFS operó como policía secreta del régimen priista pero también estuvo al servicio de la CIA: espiaba a los países del bloque socialista acreditados en México, le hacía labores de correo, dedicaba personal a trabajar en exclusiva para los estadunidenses y hasta destinaba parte de sus recursos a mantener un coche con placas diplomáticas que usaba la embajada de Estados Unidos.
De ahí a que la CIA entrara en contacto con los narcotraficantes protegidos por la DFS sólo había un paso. “Era un paso absolutamente fácil, cenaban en la misma mesa”, dice Carrillo Olea en entrevista con este semanario, el martes 22 en Cuernavaca. (8)
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