01 de Junio de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Jueves 27 de Septiembre de 2018 | 10:30 a.m.
Hugo Herminio Ortiz
Hugo Herminio Ortiz
Testimonios de Veracruz
El PAN en Veracruz, la ambición por el poder

El PAN en Veracruz es un árbol que se seca irremediablemente, ya no da buenos frutos, lo cunde una plaga, que lo tiene al borde de la extinción como una de las primeras fuerzas políticas. En la década de los años 90 resurge como verdadera oposición, obtiene triunfos electorales en el centro del Estado, agenciándose los principales Ayuntamiento como el Puerto de Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba y gran parte del corredor industrial de esa zona. El autor del milagro panista fue el Ingeniero César Leal Ángulo (+), junto con un grupo de jóvenes entre los que figuraron Agustín Basilio de la Vega, Abel Cuevas Melo, Alejandro Vázquez Cuevas, Alejandro Salas, Agustín Andrade Murga, y otros que escapan a mi memoria. En 2004 estuvo a punto de ganar la gubernatura, y es el año cuando obtiene por primera vez, la mayoría en el Congreso local. A partir de la expulsión de Leal Ángulo de sus filas, y ya convertido en Comité estatal, lo han conducido varios presidentes: Agustín Basilio de la Vega, Bernardo Téllez Juárez, Alejandro Vázquez Cuevas y Enrique Cambranis. A dos que tres, los venció la ambición por el poder económico y sometieron al panismo a los caprichos políticos del gobernador en turno. Actualmente lo controla un grupo, del más bajo nivel político en la historia del Pan en Veracruz, que también lo ha utilizado para satisfacer sus intereses electorales y económicos. Esposas, parientes, novios y novias han sido designados, arbitrariamente, para ocupar regidurías, diputaciones y otros cargos partidistas, que les permite gozar de las prerrogativas del Partido. Ya lo dijo Manuel Gómez Morín, nieto del fundador del PAN, que busca la dirigencia nacional “los actuales titulares panistas han desplazado a los verdaderos militantes, de la posibilidad de elegir a los candidatos para puestos de elección popular.”

La derrota histórica del Pan en Veracruz de este año, siendo gobierno, lo dejo muy maltrecho políticamente. Sin embargo, los que detentan el control del Comité Estatal, ni sudan ni se acongojan, fueron muy precavidos y aseguraron, algunos repiten, posiciones en el congreso local y en el federal. A otros, los de menos monta, les buscaron refugio en los ayuntamientos panistas, y a los más, seguramente los dejaran a la buena de Dios, como es la costumbre de las élites panistas. Pero viene lo mejor, el cambio de la dirigencia estatal. Aparentemente hay tres grupos que se la disputan, el de Joaquín Guzmán, actual Secretario de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Yunes Linares, panista de hace muchos años, que tiene su feudo en la Huasteca veracruzana, en la región de Tantoyuca. El doctor Joaquín Guzmán ha sido alcalde y diputado local en repetidas ocasiones desde 2001, su hermana Rosario fue senadora suplente de Fernando Yunes. Y actualmente su hermano es diputado local. Realmente el doctor Guzmán ha construido un fuerte cacicazgo y mantiene el control del Pan en ese municipio del norte del Estado, con más de cinco mil miembros activos, bajo sus órdenes. Es un rival de consideración, sin embargo, parte de la militancia panista aprecia que tiene el sello del grupo político de los Yunes Linares. Y no se tragan la versión de que va de manera independiente por la dirigencia estatal panista.

Pepe Mancha, carga con el estrepitoso fracaso electoral en las pasadas elecciones. Su actuación al frente del CDE panista, deja mucho que desear, es acusado, entre otras cosas, de obtener contratos de construcción de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, cuando estaba al frente su aliado Julen Rementeria. Tráfico de influencias y un cinismo rampante en su administración, señalan sus detractores. La alianza con el PRD no fue exitosa, más bien la ven, los panistas, como muy perjudicial para la causa blanquiazul en Veracruz. La designación como diputada local por la vía plurinominal de su esposa, y de otros personajes, sin los suficientes méritos más que los de ser sus cuatachos, es otra afrenta que le pesa al panismo. La actuación, burda y de muy bajo nivel, de su pupilo Sergio Hernández como diputado en el congreso estatal, ha sido muy criticada. Tan es así que sus rivales políticos, aseguran que ha sido demasiado evidente el mal uso de los recursos que controla la Junta de Coordinación Política del cual es titular el famoso Himan. Además, Mancha ha sido, según la visión de muchos panistas en Veracruz, un “empleado” del gobernador Yunes y de sus hijos. Lo ven sumiso, incondicional, a las órdenes de su jefe. Y eso puede contar mucho, tal como están las circunstancias políticas y económicas del Estado, en la elección de la dirigencia estatal. Sólo el apoyo del gobierno estatal podría inclinar la balanza a su favor, si el panismo sigue sumido y menospreciado por el grupo de Pepe Mancha. Sería, nuevamente, un presidente a modo para los fines de sus jefes políticos. Pero la mula no era arisca…

Será difícil que el gobernador Yunes deje perder la dirigencia estatal del Pan. Se la está jugando, hasta el momento, con dos alfiles, el doctor Guzmán y Pepe Mancha. Cuando reconoció el triunfo de Cuitláhuac sentenció que “la lucha sigue”, y para eso necesita una trinchera, para encarar a Morena. Pero la última palabra la tendrá el panismo veracruzano.

Hay otra figura que descolla en la disputa por el comité estatal: Agustín Jaime Andrade Murga, “panista por convicción”, desde sus primeras incursiones en la política en 1986, bajo la bandera de Acción Nacional demostró que su participación iba regida por los principios y la doctrina panista. Fue Presidente de la Delegación Municipal del Partido en el Puerto de Veracruz y posteriormente Presidente del Comité Municipal. Siempre ha tenido ascendencia entre los panistas de la zona conurbada, le ha tocado formar militantes y supo conducir, en su tiempo, al triunfo electoral a esos miembros activos del panismo en Veracruz. Andrade Murga es un militante que siempre ha luchado por mejorar la posición del PAN en la conurbación Veracruz-Boca del Río, y en otras partes del Estado. Ha sido candidato a diputado federal por el Puerto jarocho y regidor en la administración municipal de José Ramón Gutiérrez de Velazco, también fue director de Obras Públicas con Ávila Camberos. Andrade Murga fue factor importante en los triunfos de cuatro candidatos panistas a la alcaldía de Veracruz. Su gran mérito ha sido el de “nunca pactar bajo la mesa y siempre pugnar por la democracia interna”. Agustín es Consejero estatal del Pan y miembro de la Comisión de Doctrina, y además fue discípulo de Castillo Peraza y de César Leal ángulo, parece ser la única esperanza, en las circunstancias actuales del panismo en Veracruz, de buscar la reivindicación del Partido. Andrade Murga siempre ha buscado, según lo afirma, ser un panista que Carlos Castillo Peraza, en su imaginario, perfilaba de la siguiente manera “…permanecer en la vida política sin dejarse cooptar por el poder, por un lado, y, por otro, sin caer en el discreto o indiscreto, pero poco explicable desencanto de una burguesía, que es dueña del dinero de los ricos, del saber de los académicos, del poderío de los políticos y del lenguaje de los pobres…”. Así es el perfil panista de Andrade Murga, firme aspirante a la dirigencia estatal del Pan veracruzano. Veremos y diremos casual lector

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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