En esta ocasión el café fue lechero, como siempre y donde siempre. Discutíamos sobre el consumo preferente de las cosas, de antemano sabíamos sobre las once toneladas que encontró la Secretaría de Salud federal y nuestro opinólogo interior salió a tragos de café.

La verdad es que, a reserva de las prolijas madres, rara vez se fija uno en la fecha de caducidad en algún producto, sobre todo en los alimentos. Incontables veces compramos en la tienda de la esquina, o en el omnipotente oxxo, y dejamos en manos del tendero nuestra salud al pensar que su vendimia no prescribe.

En el peor de los casos cuando comprábamos algo, o nos vendían si lo vemos desde el lado #Lord, íbamos con el tendero y reclamábamos, nos lo cambiaba o en el mejor de los casos nos regresaba el dinero.

¿Y qué pasa con el medicamento? Ahí en la mayoría de nosotros salta la alarma de la razón y nos alerta. Pero que decir cuando el tendero lo es en una farmacia, o peor, cuando el tendero es el gobierno. Entonces los sistemas de control no funcionan o el aparato gubernamental esta adulterado, corrupto y evidenciado. Pero… ¿Y a quien reclamo? ¿Me regresa mi dinero?

Sabemos que en los casos de reclamo, las autoridades les resulta una papa caliente que entre más rápido regrese, menos quema. Por lo pronto de las toneladas aseguradas de medicamento caduco no habrá noticias hasta ésta semana, promesa del Dr. Narro, y entonces sabremos de donde venían o si representaban un riesgo real para nosotros, los ciudadanos que ya pagamos por tanta tonelada echada a perder.

Café exprés

Otra de las cosas que van prescribiendo, a parte de las medicinas, son los tiempos electorales. Los actores políticos están pendientes de las convocatorias que hacen los partidos y el OPLE, las definiciones son en cuestión de días.

El café exprés que se aventó la Delegada del CEN del PRI, Lorena Martínez con Renato Alarcón Guevara, Marlon Ramírez Marín y Érika Ayala Ríos fue precisamente para que ellos quedaran sin fecha de caducidad, porque el otrora poder que llega a Veracruz viene a defender y definir. Así que diría el sindicalista, y tocayo del recién llegado: “Quien se mueve no sale en la foto”.