La historia es para no repetir errores para los que aprenden; para los necios es sumirse en el pantano de arenas movedizas sobre las cuáles sustentaron sus mentiras.

Es el caso del tristemente célebre politicastro Fidel Herrera Beltrán conocido en el bajo mundo de la delincuencia política por sus venenosa y engañosa lengua, como la Nauyaca, la serpiente repugnante que se mimetiza en su persona. Un ladrón que roba al erario, el dinero del pueblo y les reparte migajas de sus robos sin escrúpulos a los de su partido, para obtener la aceptación que él mismo se niega.

Los daños causados por el cínico, son innumerables, todos para vejar la dignidad de los veracruzanos. El peor de ellos, sin duda prorrogar su dominio bajo un secuaz, Javier Duarte, con toda la mala intención de sumir al otrora mejor estado de México en la peor crisis de su historia y que su paso por el gobierno, fuera calificado peor que Herrera que ya era decir algo asqueroso y nauseabundo moral y económicamente.

Simplemente: el desastre.

Asevera en un portal popular de Veracruz, que viene a defenderse de lo que llama  infundios que dice le endilga el gobernador Yunes, los de medicinas caducas y falsas, como si no supiéramos todos los que lo tenemos diagnosticado, que es capaz de eso y más, y no solo por dinero, que es su única motivación en la política;  sino porque es un cábula, un escarnecedor que se mofa del dolor ajeno y en su mente entregada al demonismo, se solaza de jugar con los que no pueden defenderse o están en condiciones de desventaja.

Siempre se ha prestado a la burla y la ofensa de todos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, incluso políticos en decadencia como la burla que Carlos Salinas le pidió le profiriera a Lauro Ortega, durante la campaña del perdedor Salinas. Herrera también perdió, como lo confesó esa madrugada de las cachetadas en Coatepec después de la elección en la que ganó el PAN.

Por eso odia a Veracruz. Cómo no iba a dañar a la gente necesitada de salud. Su gobierno fue un acto de venganza porque no votaron por él.

Herrera regresa porque quiere huir, como advierte el gobernador Yunes, fue el mismo pretexto que arguyó Duarte. En el consulado siempre fue muy mal visto, pero sacarlo de allí para ir directo a la prisión, sería peor para Videgaray; porque tendría que explicar y sería como cargar con pecados ajenos, que además de los suyos, le van a restar capacidad e imagen en estos momentos cruciales para Peña.

Las especulaciones y rumores distraen, porque dicen que regresa Fidel porque desde donde esté,  aún en la prisión cree que va hacer gobernador de Veracruz a su hijo y seguir deshaciendo a la política del estado, por lo pronto al PRI,  donde como se ha publicado movió a su secuaz Nelson Murat Kaasab el exgobernador de Oaxaca, para quitar a Amadeo. Ochoa Reza, se dobló; le concedió que Lorena Martínez, otra perdedora en Aguascalientes, incondicional e íntima de Beatriz Paredes la nombraran delegada nacional del PRI. Los tres efebos de Luis Echeverría el peor presidente de México, y vaya que ha tenido muchos malos: Herrera, Murat y Paredes operando al estilo del genocida, vorazmente contra México.

A muchos les urge visitarlo en la cárcel: a los 400 pueblos, para seguir en la indignidad, vejando y desprestigiando a Veracruz  y que les de dinero. No sólo ellos, también los grupos de contacto con la delincuencia que pagaron por una estancia permanente en Veracruz y ahora reclaman lo invertido. Otros que quieren que regrese como sea,  son sus efebos que no saben que hacer con tanto dinero y urgen de consejos perversos. Las hetairas que ascendieron también quieren que regrese y todos sus cómplices.

Nadie más.

No podrán repetir los émulos de los piratas somalíes el abordaje al buque que es Veracruz. Hoy al mando está otro capitán de la nave, ya no es Miguel Alemán como quien agobiado por un complejo de culpa social, permitió, la llegada de los políticos lumpen.

A todos debe quedar claro a estas alturas  que Fidel no renuncia, nunca ha renunciado en su vida, lo han renunciado y va intentar escapar.  Y Peña Nieto va a tener que actuar con la ley y recuperar su papel. No les debe temer a los que lo chantajean, o enredan.

El PRI quedó aniquilado con los exgobernadores que lo mandaron al fracaso. Lo demás es una mala lectura.