|
Veracruz, Ver./ Una fiesta de mambo, danzón y chachachá se vivió ante un lleno en el Teatro de La Reforma durante el homenaje brindado a Memo Salamanca, el Príncipe del Mambo, con la magistral presentación de la Orquesta de Música Popular.
La velada musical incluyó la participación especial de Joaquín Salamanca, hijo de Memo, además de Félix Martínez y Arminta Ruiz, quienes subieron al escenario para interpretar piezas que fueron coreadas por el público, como Mambo a la Núñez, Mambo en trompeta, Mambo Nº 6, Mambo Isabel, Linda Jarocha y Rumbambo, entre muchas otras canciones de la autoría del músico tlacotalpeño.
El recién laureado Rafael Figueroa, quien recibió la medalla Gonzalo Aguirre Beltrán por parte del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) en el marco del XX Festival Afrocaribeño, fue quien presentó ante el público una semblanza de Memo Salamanca, a quien identificó como un digno representante de las épocas más importantes del son cubano en México.
“Memo Salamanca en su papel de arreglista y director contribuyó de muchas maneras a lograrlo. Su maestría y genialidad para manejar las sonoridades de la Orquesta tienen muy pocas mentes a su altura en la historia de la música popular de nuestro país”.
Subrayó que el artista, debido a su talento, inauguró la serie tropical para Discos Mussart, instrumentando y realizando grabaciones para el cantante cubano Aurelio Estrada conocido en el ambiente artístico como Yeyo; asimismo, Mariano Rivera Conde, director artístico de la RCA Víctor lo invitó a formar parte del elenco y se edita un disco con su propia orquesta cuando apenas tenía 26 años, convirtiéndose así en el director más joven.
En 1952, comentó, fue el primer mexicano que grabó chachachá, con dos números Desvelo de amor y Adiós mi chaparrita, pero no lo pudo capitalizar porque le ofrecieron una temporada en Acapulco a trabajar con Domingo Vernier Mango, y a pesar de que el Director Artístico quería que se quedara se fue.
Memo Salamanca es el único mexicano que pudo competir musicalmente con Pérez Prado; es más, cuando Pérez Prado tuvo que salir de México y dejó un disco incompleto, él mismo pidió que lo completara solamente Memo Salamanca. Fue cuando grabó el Rumbambo y Over the Rainbow, para lo cual tomó la orquesta de Pérez Prado completa y le adicionó algunos elementos para hacerla más grande todavía.
Una de las relaciones de trabajo más importantes de su carrera fue la que tuvo con Celia Cruz. Con ella grabó cinco discos de larga duración, con algunos números de éxito como Bravo, México Lindo, La Jaibera y Serenata Guajira. Ella vivía en Nueva York y de todos modos seguía grabando con el maestro, hasta que se le hizo imposible por razones de índole comercial y la relación se tuvo que terminar.
|
® 2013 ENTORNO POLÍTICO |