Xalapa, Ver./Al escribir Vientos de Santa Ana el periodista Daniel Salinas Basave siguió el consejo de quienes considera sus maestros, Federico Campbell y Sergio González Rodríguez: “Cuando la verdad periodística topa con pared, es mejor darle vuelo a la imaginación”, y en esta novela negra, basada en hechos reales, relata las adversidades del periodismo y sus reporteros, concretamente el asesinato de “El Gato”, un columnista de Tijuana a manos de un guardaespaldas del político Jorge Hank Rhon.

La obra, editada por Random House Mondadori, se presentó el jueves 27 de abril en el Salón “Emilio Carballido” de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2017 de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco del Programa “Diálogos interdisciplinarios por la paz”, cuya coordinación está a cargo de las direcciones de Difusión Cultural y Desarrollo Académico e Innovación Educativa.

         El nombre de la obra obedece a los vientos que se originan en el desierto de Mojave, en Santa Ana, California, y las personas los llaman precisamente así. “Son aires extremadamente secos, como si un demonio te estuviera soplando, te consumen, y para mí traen un presagio muy canijo”, explicó el autor.

También aclaró que en la novela no hay buenos ni malos. Ahí, “los villanos somos todos, el villano es el periodismo mismo, los malos también somos los reporteros y la sociedad cómplice”.

Lamentó que en su momento, en Baja California se mostró indignación por la muerte de “El Gato”; sin embargo, más adelante hicieron alcalde a su presunto asesino intelectual y estuvieron a punto de convertirlo en gobernador de la entidad. “Entonces, ¿quién es el cómplice, quién es el culpable? ¡Todos!”.

El escritor insistió en todo momento que la historia está basada en un caso real que sucedió en Tijuana, pero bien pudo suceder en cualquier parte del país como Veracruz, Tamaulipas o Guerrero. “No quiero limitarla y decir que es la historia de Hank y ‘El Gato’, para mí es la historia de lo que significa ser un reportero de calle en México y de que a la sociedad no le importa”.

Es más, lamentó, en la novela se plantea que el asesino material se está muriendo y en algún momento sufre algo parecido a un remordimiento, pero la realidad resultó más cruda, pues éste cumplió su condena de 25 años en la cárcel y cuando salió, Jorge Hank Rhon lo fue a recibir al aeropuerto, se lo llevó a comer al mejor restaurante de Tijuana y actualmente es –de manera honoraria, pues ya es un anciano– su jefe de escoltas. “Lo restituyó en su antiguo puesto y ahí está, esa fue la realidad”.

En la presentación de Vientos de Santa Ana también participaron Alejandro Pulido, así como el escritor y poeta juarense César Silva, ambos destacaron el valor literario de esta novela negra.

“Vientos de Santa Ana habla de este México en el que los narcos y políticos parecen ser el mismo grupo, porque de alguna manera lo son. De alguna manera cobran derecho de piso y lo ostentan y nos lo pasean por nuestras narices con tanto descaro que hasta novelas tenemos que escribir sobre ellos”, lamentó César Silva.