23 de Abril de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Sábado 28 de Marzo de 2020 | 5:34 p.m.
Carlos Rodríguez Fonseca
Carlos Rodríguez Fonseca
Sin escrúpulos
La guerra bacteriológica

Desde los últimos meses del año pasado se ha venido hablando del
Corona Virus, descubierto originalmente en la ciudad de Wuhan en
China y que según los científicos es una bacteria que provoca un
padecimiento letal relacionado con el síndrome respiratorio agudo
grave al que han nombrado COVID-19, seguramente porque fue
detectado justamente en el año 2019.
Inicialmente se dijo que el virus tuvo su origen por la ingestión de
murciélagos o de víboras por parte de los humanos de ese país, que
como todos sabemos tienen fama de comer toda clase de animales y
que su secuencia genética fue aislada de un paciente afectado por
neumonía.
El sospechosismo que siempre nos ha caracterizado a los humanos
hizo pensar a muchos de que se trataba de una guerra bacteriológica
de China para desestabilizar a las potencias de occidente,
principalmente a los Estados Unidos; sin embargo y según lo hemos
visto en algunos videos que han sido publicadas a través de las redes
sociales, ese virus fue descubierto en laboratorio por un científico
chino cuyo nombre no recuerdo de momento.
Lo cierto de todo esto es que el mentado corona virus está provocando
y de hecho ya provocó una pandemia que está infectando a los
habitantes de todos los países de nuestro planeta.
Para entrar en materia empezaremos por decir que según lo han
definido los científicos la pandemia es la afectación de una
enfermedad que infecciona a los humanos a lo largo de una extensión
geográfica extensa y para ser considerada como tal se requiere que:
a) que aparezca un virus nuevo; b) que ese virus sea capaz de
producir casos graves y c) que pueda transmitirse de persona a
persona.
A lo largo de la historia se tiene registrada como la primer pandemia la
llamada “Plaga de Atenas” que según dicen fue una fiebre tifoidea que
en los años de 430 A.C. infectó y exterminó a cerca de 150 mil
atenienses.
Posteriormente se tiene el registro histórico que durante los años de
1347 a 1351 murieron cerca de 200 millones de personas por la
llamada “Peste Negra” conocida también como peste bubónica porque
inflamaba los bubones, o sea los nódulos linfáticos en ojos y órganos
sexuales, y cuando avanzaba la enfermedad producía necrosis. Esta
enfermedad la transmitían las pulgas que tenían las ratas que había
en los barcos procedentes de China.
Los científicos atribuyen a la viruela la mayor cantidad de muertes
infecciosas, superando los 300 millones de personas, y uno de sus
brotes pandémicos más severos ocurrió a partir de 1520 en territorio
americano durante la conquista, matando a 56 millones de nativos.
Más recientemente, el VIH/Sida, fue una pandemia que se descubrió
en Estados Unidos en 1981. Se entendió inicialmente como un virus
de transmisión sexual, pero después se concluyó que también se
infectaba por transfusiones de sangre contaminadas, por transmisión
del virus de madre a hijo durante el embarazo, o por el uso de agujas
hipodérmicas. La teoría más aceptada actualmente sobre la
procedencia del VIH/Sida está relacionada con los simios y
chimpancés que habrían entrado en contacto con el hombre en la
década de 1920, en el centro de África.
En pleno siglo XXI, el SARS en el sudeste asiático, el Ébola en África,
el MERS en Medio Oriente fueron meramente epidemias pero como
no se extendieron mundialmente no fueron consideradas como
pandemias; no así el caso de la gripa AH1N1 que en 2009 ocasionó la
muerte de más de 18,000 personas en todo el mundo y puso en jaque
a la comunidad científica internacional.
Estamos hoy en día; ante un virus sumamente agresivo que si bien se
generó artificialmente o se descubrió en China, no solo está afectando
la salud de la humanidad entera, sino que está ocasionando un
sinnúmero de muertes de todo tipo de personas siendo tan rápido su
contagio, que los servicios de Salud Pública de los países, aún lo de
mayor desarrollo económico, se han colapsado de tal forma que han
tenido que improvisar hospitales de guerra para la atención de los
pacientes afectados.
Pero es el caso que independientemente de las afectaciones en
materia de salud, y por protocolos de salubridad se han suspendido
labores en oficinas públicas y privadas, escuelas, comercios, cines,
casinos, eventos artísticos y deportivos, y se ha recomendado
permanecer en casa en cuarentena; las economías de todos los
países se están viniendo abajo y la gente de aquellos que como el
nuestro tiene una población dedicada al comercio informal, son éstos
los más afectados, pero el caso que nos llega a todos, pues hasta la
fecha no se ha descubierto vacuna alguna para acabar con ese
flagelo.

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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