24 de Abril de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Sábado 03 de Febrero de 2018 | 3:29 p.m.
Ángel Lara Platas
Ángel Lara Platas
EL DISLATE QUE INDIGNÓ A LOS XALAPEÑOS

De políticos hay muchas historias de dislates, pero el del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, no tiene parangón. Resulta que cuando los Xalapeños le reclamaron la contratación de personas de otros lugares del País como la Ciudad de México y Tabasco, para ocupar los principales cargos en la administración que inició el primero de enero de éste año, públicamente respondió que en Xalapa no encontró los perfiles adecuados para hacer las tareas que corresponden al ayuntamiento; es decir, no encontró a ningún apto. Aseguró, en cambio, que los de fuera si están calificados “Hasta les han aplaudido” dijo.

La sociedad xalapeña reaccionó tronante incluyendo a los que votaron por las expectativas de un cambio. No les gustó nada que el munícipe los hubiera descendido a la categoría de ineptos e incapaces.

De acuerdo al especial criterio del Alcalde Hipólito Rodríguez, no encontró gente capaz en Xalapa donde hay más de 160 mil académicos que han egresado de las diversas universidades, algunas con reconocimiento nacional e internacional. Para el munícipe, por cierto oriundo de la Delegación Xochimilco de la Ciudad de México, no hubo uno solo que llenara el perfil para cumplir con las tareas rutinarias de un ayuntamiento.

Provocó suspicacias que los nombramientos de las áreas sensibles como la tesorería, obras públicas, adquisiciones, recursos humanos, la administración financiera de la Comisión Municipal del agua, y otras tantas; recayeran en personas vinculadas con Andrés Manuel López Obrador. Información ampliamente difundida contradice al Alcalde Hipólito quien asegura que los contratados son personas honorables.

Quienes consideraron que había sido una declaración impensada, de la cual se arrepentiría inmediatamente, se sorprendieron cuando difundieron los comentarios del Regidor del partido Movimiento Ciudadano Osbaldo Martínez Gámez, quien aseguró que además de lo que públicamente espetó el alcalde, en una reunión del Cabildo afirmó que los Xalapeños “No tenían la capacidad administrativa ni la honradez para ocupar cargos en su administración”. Esto confirma que el alcalde Hipólito está convencido de la calificación que otorga a los Xalapeños, incluyendo a sus propios compañeros de la Universidad Veracruzana que por años lo cobijó.

Por otra parte, voces calificadas se han levantado para protestar por la imposición de los fuereños que se harán cargo de las obras públicas y las adquisiciones, ya que existe la experiencia que en casos similares son contratadas empresas de otros lados, cancelando de facto la reactivación de la economía local, debido a que los recursos no se quedarían en Xalapa.

El escándalo que generaron los conceptos poco éticos del alcalde  Hipólito, lo han convertido en el blanco preferido de las críticas y las denostaciones. A esto se agrega que el propio munícipe redujo su propio margen de decisiones: o aceptaba las imposiciones de su líder morenista, o renunciaba por dignidad política. Optó por lo primero. De ahora en adelante, Hipólito Rodríguez cambiará sus funciones de alcalde a un miembro más del cabildo que tendrá que acordar, no ordenar, con los enviados que traen la confianza, simpatía y fuerza de quien los puso.

También tendrá que enfrentar, él solito, los conflictos por deficiencias en los servicios que presta el ayuntamiento. Sus importados colaboradores, por desarraigo y desconocimiento, poco le podrán apoyar. No conocer a la gente y sus necesidades representa restarle calidad a su desempeño. Es decir, será un servidor público sin interlocutores con la ciudadanía. Con la equivocada decisión dinamitó los puentes de comunicación con la gente.

Se entiende perfectamente que Hipólito Rodríguez dijo lo que dijo para encubrir la superior decisión de su hacedor. Sólo que utilizó los argumentos más fútiles que en su mente encontró. Su ocurrente respuesta le está costando muchos puntos de credibilidad, más aún porque prometió que todos sus colaboradores serían los mejores perfiles de Xalapa. El desgaste de su imagen difícilmente lo recuperará en lo que resta de su administración que recién ha iniciado.

Por lo pronto, todos los sindicatos del ayuntamiento, que son como trece o catorce, ya hicieron causa común para enfrentar la decisión de los “importados” de echar por tierra las conquistas laborales.

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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