25 de Abril de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Lunes 25 de Septiembre de 2017 | 3:10 p.m.
Ángel Lara Platas
Ángel Lara Platas
MARA, RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS

Por supuesto que es reprobable lo que un imbécil hizo con ella, no tiene nombre. Solo que el asesino, conductor del auto de alquiler es solo el eslabón final de toda una cadena de culpas solapadas y consentidas por todo tipo de autoridades y hasta por nosotros que conformamos el conglomerado social de nuestro país.

Que yo sepa, en ningún lugar de la República Mexicana se obliga a los dueños de bares o antros, a evitar servir bebidas embriagantes a hombres o mujeres, principalmente mujeres, que por sus reacciones consideren que han bebido en exceso considerando que continuar la ingesta los pondría en elevados niveles de riesgo, ya sea por conducir un auto o porque cualquier delincuente se pueda aprovechar de su estado físico.

El Gobierno no tiene políticas públicas que logren crear conciencia en la gente, principalmente en los jóvenes, para que no se consuman bebidas embriagantes más allá de los niveles que el organismo admite antes de perder la coherencia del razonamiento.

Lo que del gobierno se ve o se escucha, en cuanto a recomendaciones del autocuidado, son los mismos cartabones de siempre, de toda la vida, que pasan inadvertidos por los ciudadanos. No existen proyectos hechos por especialistas que logren penetrar en la conciencia del individuo. Los programas que existen, como el alcoholímetro, son más bien formas disfrazadas para encubrir la extorsión, que para resolver o atenuar un problema que lacera a la sociedad. Aparte que éste programa es solo para los conductores de vehículos.

Los propietarios de los incorrectamente llamados “Antros”, deberían tener la obligación, por las altas ganancias que por consumo obtienen, de destinar a uno de sus empleados a anotar las características del vehículo de alquiler que abordan las mujeres que hubiesen estado en esos lugres en carácter de clientas, así como los datos del chofer. Si bien es cierto que el caso de Mara fue de alcances inimaginables, los abusos son cosa recurrente en todos lados, con la carga del perjuicio para las mujeres, así hayan consumido alguna bebida embriagante en niveles bajos; pero ésta circunstancia las pone en desventaja, incluso, ante las propias autoridades.

En ésta cruzada de concientización y reforzamiento de hábitos y conductas, también deben participar todo ese montón de organizaciones que dicen defender los derechos de las mujeres víctimas de abusos, acercándose a las escuelas, a las universidades, para presentarles diferentes alternativas a fin de apoyarlas a conocer los diferentes ámbitos de riesgo en torno a los llamados “Antros”

Los partidos políticos deben dejar de pensar como agenciarse (atrapar, embolsarse) las prerrogativas, e iniciar una campaña no de mentiras sino de verdades científicas, que enaltezcan los valores principalmente éticos, de hombres y mujeres. Que las diputadas, que cobran de nuestro dinero, piensen en formas más útiles para proteger a su género, el femenino.

Y qué decir de la impunidad y la incorrecta aplicación de la ley, que casi es lo mismo. Cualquier individuo de bajos escrúpulos puede cometer cualquier delito, por que el miedo a las leyes se ha perdido. ¿Que a la ley no hay que tenerle miedo…? De acuerdo, pero cuando la ley se aplica correctamente, el delincuente en automático teme que le apliquen la ley cuando quien la aplica es incorruptible.

A Mara y a muchas chicas más en circunstancia de diversión, no se les debe juzgar con razonamientos pueriles. De aplicarse ese el criterio nos convertiríamos en jueces de vista mocha y lastimaríamos a quienes padecen el dolor más severo que puede vivir cualquier padre o madre de familia.

La policía debe ser instruida para percibir cuando una mujer está en situación de riesgo. Una dama que esté dentro de un auto de alquiler con motor y luces apagados, así esté platicando con el chofer, mueve a sospecha. Bastarían segundos para echar un vistazo al interior del vehículo para hacer alguna recomendación si fuese necesario.

Los directivos de todas las empresas o asociaciones del transporte particular, deberían obligárseles a tomar cursos que acrecienten su responsabilidad sobre las personas que conducen, especialmente mujeres que viajen solas.

Es momento que alguna de esas áreas del gobierno que solo están ideando cosas de poca trascendencia, realicen una agresiva campaña para que los usuarios de autos de alquiler, al momento de abordarlos, envíen a alguien los datos del vehículo.

Las autoridades encargadas del transporte público, deben obligar a los conductores a colocar en lugar visible su foto, nombre y número de la unidad; y que se les permita a los pasajeros tomarle una foto.

Ah, claro... También sería oportuno retomar aquella campaña que iniciaba con la pregunta: ¿Sabe usted dónde están sus hijos? Es decir, los papás juegan un papel importante en la educación de los hijos. Se requiere más atención de los padres para con sus hijos. Con la tecnología a cualquier hora podemos saber dónde están y haciendo qué.

Los tiempos así lo requieren. La realidad nos obliga a modificar nuestros hábitos y rutinas. Nada está por demás. Solidaridad absoluta con la familia de Mara.

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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