La batalla que ya está en puerta como han escrito buen número de colegas es la secretaría General del PRI para acompañar a Renato Alarcón por lo pronto.

Seguramente el exdelegado del ISSSTE se irá a principios de año y hay voces que mencionan a Américo Zúñiga como su relevo.

No se si Américo sea el ideal, se ha vendido bien el hombre, pero Xalapa tristemente vive una de sus peores épocas,  ¿Qué podría  aportar don Américo?, pero esa es otra historia que ya platicaremos más adelante.

Por lo pronto lo que está en puerta es quién será la secretaria general del tricolor.

Ya se apuntaron muchas damas reconocidas, aunque sólo una será la agraciada.

A la vista las que pueden empujar al PRI son Octavia Ortega, cuya fortaleza es suficiente para que Ricardo García Guzmán, protegido de Yunes Linares y quien encubrió y aprobó el robo de las empresas fantasma con Duarte, iniciara una campaña de desprestigio en su contra, los dos son panuquenses, uno cacique, la otra maestra.

Otra que es ajonjonlí de todos los moles, es Marilda Rodríguez que ya tuvo ese puesto, pero pues le tira a todo lo que se mueve y deja lana.

Y recientemente, dice René del Valle, entró a la puja Lilian Zepahua de Zongolica, que despacha como diputada federal, pero arrastra una imagen no muy favorable para su partido.

Y peor aún, también dicen que Noemí Guzmán, de la banda de Erick Lagos y compañía duartista se apunta.

El PRI debe tener mucho cuidado a quien lleva en un puesto clave para el 2018.

Con el triste gobierno que hace Yunes Linares y la intención de heredar la gubernatura a su hijo “Chiquiyunes”, el PRI respira todavía y si tiene muchas posibilidades de regresar a la gubernatura.

Por eso la importancia de elegir una secretaria general que de buena batalla y sea amplia mancuerna de Alarcón y eventualmente del próximo líder priista, que también será fundamental para darle liderazgo al tricolor.

La ciudadanía se tragó el cuento demócrata y de rescate con el que Yunes Linares ganó las elecciones pasadas.

Yunes siempre dijo que era el sueño de su vida, aunque no aclaró si sería la pesadilla de los demás veracruzanos.

Lo bueno que ese sueño se acaba pronto y el despertar viene cerca.

Empresarios en general, constructores, profesionistas, maestros, veracruzanos de a pie, gremios, sindicatos y organismos tienen muchas cuentas pendientes que cobrar el año que entra en las urnas.

Si bien Javier Duarte tuvo el sexenio con más raterías en la vida de la entidad, Yunes Linares tiene el gobierno más opaco, mediocre y sin resultados en toda la historia.

Todas las cifras de los negativos de Veracruz están a la alta: robos, asaltos, secuestros, ejecutados, desempleo, falta de inversión, turismo a la baja, etc, etc, etc.

En la otra esquina, si consideramos que Morena ya eligió a Cuitláhuac como su candidato a gobernador, y anda en plena campaña, pensando que sin la ayudota que le dio Javier Duarte puede volver a ser buena opción, pues se emparejan todavía más las oportunidades de que al PRI le vaya mejor.

Morena mantiene su apuesta absoluta en la imagen de Andrés Manuel López Obrador, y si bien ganó algunas alcaldías importantes, su votación disminuyó sensiblemente y va a ser muy difícil que sin ayuda oficial pueda tener la misma oportunidad que tuvo en las elecciones del año pasado.

Y me falta todavía citar a Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, que anda envalentonado por que cuenta con la simpatía de Monreal a quien seguramente abanderará para contender por la Ciudad de México y a Enrique Alfaro que dará la batalla para la gubernatura en Jalisco.

Dante tiene cuentas pendientes con Yunes Linares y tiene a la vista las elecciones del próximo año para cobrarlas.

No se si le interesa a Dante ser candidato a gobernador por su partido estando en el Frente nacional con PAN y PRD, considerando que Miyuli desde luego hará hasta lo imposible por dejar a “Chiquiyunes” y comprar la candidatura a Anaya en el PAN, pero si me queda claro que puede ser senador o diputado por MC en representación veracruzana, no puede quedarse fuera de la grilla el próximo año. Ya lo veremos.

Todo este preámbulo es la oportunidad que tiene el PRI si quiere recuperar credibilidad y trabajo.

Los votos de las elecciones del próximo año van a dividirse hasta en cuatro grandes bloques muy probablemente, y en el mejor de los casos en tercios como ocurrió en 2016.

Por eso la importancia de elegir una muy buena secretaria General en las próximas semanas, y un mejor relevo de Renato Alarcón, que siendo honestos ha dejado mucho a deber a su partido, a sus militantes y a los ciudadanos que todavía simpatizan con este partido.

El próximo candidato del PRI no puede cometer los errores espantosos que cometió Héctor Yunes, y si utilizar los elementos que tiene a su disposición.

Y por si fuera poco, los terremotos de hace unos días, jugarán un papel especial electoralmente hablando, la ciudadanía que despertó para ayudar a sus hermanos mexicanos en desgracia, seguramente no volverá a dormirse y va a empujar también por sus candidatos en 2018.

¿Si queda claro todo lo que hay en la ensaladera?

Mañana le seguimos

juliofentanes@gmail.com