¡¡SE FUE UNO DE LOS GRANDES DE LA EDUCACIÓN VERACRUZANA!!

A Zita, Ernaxany, Jesús Ángel,

Alma, Miguel, Eugenio y Dimna

Con extensos aplausos, anécdotas, palabras amorosas y el tango de Carlos Gardel… “Adiós Muchachos” que fue amenizado por sus hijos, excompañeros profesores y amigos, este Jueves 18 de Mayo, lo despedimos en el Parque Memorial “Bosques del Recuerdo”.

Aunque lo dejaba de ver por largas temporadas, éramos buenos amigos.

Al extinto Profesor José de Jesús Guevara Ortiz, lo conocí a través de su hijo Jesús Ángel en 1980, cuando ambos éramos cadetes del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario.

Lo apreciaba y sabía en el fondo de mi corazón, que él también me apreciaba, siempre lo supe porque en el corazón de los hombres, no hay nada que ocultar. Debo decir que como amigo, siempre fue un hombre valioso, un libro abierto, simpático y con un gran sentido del humor.

Sé que como esposo y como padre, fue un gran ser humano, responsable, trabajador, fiel y amoroso, un hombre lleno de virtudes a quien nunca le faltó el valor para llevar ante sus seres queridos lo necesario… lo fundamental.

Sin temor a equivocarme, podría diagnosticar que su partida de este mundo terrenal, se debió al infinito amor por su esposa Lucy Méndez, quien hacía dos meses se adelantó para alumbrar el camino que ahora Jesús había de seguir. Es decir que… Jesús murió de amor. Ambos habían cumplido ciegamente aquella frase célebre que escucharon hace más de 50 años el día de su boda que dice así: “Hasta que la muerte los separe”.

Siempre platicábamos de todo un poco, pero nunca olvidaré aquel día cuando juntos viajamos hacia Potrero Nuevo. Jesús, Lucy y este servidor, habíamos acudido a un velorio e inhumación del hermano de Lucy. Ese día de 1984, el tiempo no nos alcanzó para platicar y saber entre otras cosas, que fue precisamente en ese lugar en donde había surgido el franco amor entre los dos.

Decía Lucy enamorada, que del aplicado profesor de educación primaria, le había gustado su seguridad y gallardía, que combinados con su gentileza y su humildad,  hacían de él una gran persona. Mientras Lucy expresaba su sentir, en la cara de Jesús se dibujaba una sonrisa de franca satisfacción que llegaba hasta el cielo.

Mientras viajábamos despacio hacia Martínez de la Torre por la escarpada carretera, las reflexiones y consejos de esta magnífica pareja, cayeron como el bálsamo en la piel. Mientras un rico chocomilk azucarado y unos ricos pambazos doraditos por el comal y preparados como mucho amor por Lucy, resbalaban con dulzura por mis entrañas.

Ella era una excelente cocinera, era una mujer franca, sincera y directa que siempre hablaba con verdad… una mujer de brillante sonrisa que cuando expresaba su sentir, ponía la mano en su corazón e inspiraba transparencia.

En diferentes ocasiones pudimos compartir el pan y la sal mientras me preguntaba.

-¿Que parte del pollo te gusta Fer?

-Cualquiera señora Lucy, no tengo problema alguno.

Sin embargo, cuando observé el cuello del pollo en mi plato, supe que Lucy no bromeaba, que a Lucy le gustaban las respuestas literales… no le gustaban las medias tintas… pero amorosa hasta el fin.

Lucy nació el 7 de enero de 1943 y por complicaciones ocasionadas por la Diabetes, partió de este mundo terrenal a los 74 años de edad, era de Potrero Nuevo municipio de San Rafael y murió apenas dos meses antes que Jesús el 19 de Marzo de este 2017. Por su parte, Jesús nació el 15 de Octubre de 1928 en Cosautlán de Carvajal y falleció a los 88 años este miércoles 17 de Mayo del 2017.

Mientras Jesús era introducido en una fosa del cementerio; al ver las muestras de cariño y aprecio de sus compañeros profesores e intendentes, supe cómo fue su vida como profesionista, no necesité ni más, ni menos. En ese fúnebre lugar, pude darme cuenta a través de las declaraciones de mi amiga Liliana, quien fuera su compañera en Otilpan, que su bondad no tuvo límites… que su bondad rebasó las fronteras de todo entendimiento.

El Profesor José de Jesús fue director de las Escuelas Primarias “Tomás Ostos” de Otilpan; “Ing. Carlos Méndez Alcalde” de la colonia Salud y “Nicolás Bravo” aquí en la capital. Fue maestro de diferentes generaciones de estudiantes que ahora son grandes ingenieros, licenciados, abogados, arquitectos, profesores, médicos, contadores y enfermeros, es decir, gente que se preparó para ser personas de bien.

Hacía apenas una hora que el padre de la parroquia “Nuestra Señora del Carmen”, basado en el libro de Mateo capítulo 28 y versículos 5 y 6, había dado el testimonio del evangelio para llegar a la vida eterna:

El ángel dijo a las mujeres:

-No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado...

Tanto Jesús como Lucy, ya no podrán estar más entre nosotros, pero nosotros si podemos hacer mucho para estar en donde ellos ahora se encuentran; la llave maestra que abre la puerta del paraíso, es la fe; el creer que Jesús murió maltratado, golpeado y sacrificado en la cruz por nuestros pecados, pero que al tercer día resucitó y vive en cada uno de nosotros.

Para la muerte no hay solución, la muerte nos seguirá doliendo porque nunca estaremos preparados para ella, pero dice también la palabra de Dios en la Primera Carta de Pablo a los Corintios 15:26:Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

Es decir que la muerte ya no será más; que la muerte será destruida y entonces ya no habrá más sufrimiento; ya no habrá más llanto, ni dolor. Mi más sentido pésame para todos sus hijos e hijas, nietos y demás familiares y amigos… Que descansen en paz, Jesús y Lucy.

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