Ciudad de México./ La presidenta Dilma Rousseff acusó hoy a su vicepresidente, Michel Temer, de “golpista sin respeto a la democracia” que está urdiendo una “conspiración” para tomar el poder por medio del “impeachment”, en un duro discurso que refleja la gran tensión política que se vive en Brasil.

“Vivimos tiempos extraños y preocupantes. Tiempos de golpe, de farsa y de traición”, dijo la mandataria, en una alocución pronunciada en el Palacio del Planalto –sede de la presidencia de Brasil- frente a entidades del sector de la educación que la apoyan.

Rousseff, quien gobierna Brasil junto a Temer desde enero de 2011, hizo los señalamientos a su “número dos” después de que se filtró, supuestamente por error, un discurso del vicepresidente en el que ensaya un mensaje a la nación tras la votación de la Cámara Baja del próximo domingo sobre el impeachment (juicio político).

“Ayer (lunes) utilizaron la farsa de la filtración”, dijo Rousseff al asegurar que “ahora conspira abiertamente, a la luz del día, para desestabilizar a una presidenta legítimamente electa”.

“Ayer quedó claro que hay dos jefes del golpe que actúan en conjunto y de forma premeditada”, denunció.

“La filtración premeditada es una desfachatez”, aseveró Rousseff, en referencia a Temer y al presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, acusado de corrupción en la operación Lava Jato que investiga malos manejos en Petrobras y promotor del juicio político contra la mandataria.

“Antes siquiera de la votación del ´impeachment´ en la Cámara Baja, uno de los jefes de la conspiración asume como jefe de la República. Es un desprecio por el estado de derecho y la Constitución. Una traición a mí y a la democracia que señala que el jefe conspirador no tiene compromisos con el pueblo”, acusó.

Temer, quien ayer prometió “unión del país” y reformas económicas si alcanza la jefatura de Estado tras una hipotética impugnación a Rousseff, lleva semanas apartado de los focos mediáticos y ya expresó su rechazo a las decisiones del Ejecutivo que, paradójicamente, él mismo integra.

Su formación, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), hasta hace semanas el principal partido aliado de Rousseff, decidió abandonar en bloque la coalición.

Sin embargo, Temer se mantiene en el cargo –la Constitución no contempla que sea dimitido por Rousseff- ante la posibilidad de asumir el poder hasta 2018 en caso de que prospere el juicio político a la presidenta.

“Pretenden derrumbar a una presidenta electa con 54 millones de electores”, dijo Rousseff este martes al señalar que ha caído “la máscara de los conspiradores” y que Brasil se encamina hacia el “mayor fraude político y jurídico de su historia”.

“Pido que todos estemos atentos a los próximos días. Los golpistas harán todos los artificios posibles”, subrayó.

“No acepten provocaciones, nosotros no somos del odio, somos de la paz”, dijo en una aparente referencia a eventuales manifestaciones este fin de semana de detractores y promotores del juicio político en Brasilia con motivo de la votación en la cámara baja.