• Lupita Fuentes, levanta la mano
• Fidel Herrera Beltrán mese la cuna

Yo no tengo duda, es de peso, es uno de los hombres que creen que lo mejor siempre está por venir y con esa filosofía de la vida, frente a las adversidades jamás deja de luchar. Nació en el seno de una familia humilde, creció en la Colonia Zapata, desde muy pequeño tuvo que trabajar para, poco a poco se fue abriendo camino, con el paso de los años y como resultado de su propio esfuerzo formó su patrimonio.

Militó en el PRI, pero en 2004 se enfrentó con Adolfo Mota Hernández y decidió dejar al partido y al cargo que ostentaba como presidente del Comité Directivo Municipal de Orizaba. Fue diputado local de mayoría, sin embargo Ezequiel Cruz Arellano jamás ha perdido la sencillez, la humildad y ese trato amable con la gente.

El domingo se fajó como los buenos en el parque Castillo recolectando firmas que avalen su registro ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE), como aspirante independiente a la alcaldía y, por lo que se pudo observar, tiene mucha aceptación. Las familias de la clase media orizabeña lo ven de igual a igual, lo sienten uno de los suyos, gente del pueblo, de trabajo. Vamos hasta la clase empresarial le reconoce su trayectoria.

En una breve charla con Cruz Arellano, parafrasea al ex presidente Uruguayo José “Pepe” Mujica y afirma: “los políticos tenemos que vivir como la mayoría y no como la minoría”, por eso yo sigo trabajando junto con mis hijos y vivo modestamente, pero muy cómo y muy feliz.

En la próxima contienda municipal, Ezequiel será un hueso muy duro de roer pues conoce su territorio fue dirigente juvenil, presidente del PRI en cuatro ocasiones, diputado y muchas veces operador político. Ubica bien las colonias, fraccionamientos, unidades habitacionales y seccionales del municipio y en prácticamente todos le guardan cariño y respeto.  ¡Aguas!, no hay enemigo pequeño y la noche del 4 de junio próximo la noticia de peso puede ser el triunfo de un candidato independiente.

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La semana pasada titulé una de mis columnas “Orizaba sí sonríe... a Morena” y yo fui el primer sorprendido ante las reacciones, porque lo que ahí comente es que luego del triunfo en la elección de diputado local, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) se encuentra ante la oportunidad histórica de ganar la alcaldía. En esa misma entrega destaqué sí, la ventaja que le dan algunos sondeos al reconocido traumatólogo Roberto Arenas Díaz quien no es militante de ningún partido, pero jamás dije que el candidato fuera él, lo destaqué como un buen prospecto. La reacción de las tribus morenas fue casi inmediata y a través del correo y de las redes sociales recibí muchos comentarios de que la aspirante a la alcaldía por ese partido será la reconocida periodista Guadalupe Fuentes Barco, a quien les guardo un gran respeto y afecto. Pero además a ella también le reconozco su profesionalismo lo mismo en las redacciones que frente a los micrófonos. Mujer luchadora social, sencilla, madre ejemplar.

Es lamentable que lejos de estar unidos, los militantes de Morena ya se estén peleando y ya se escuchen voces de desacuerdo con tal o cual candidato, por eso estamos como estamos, porque al primero que intenta subir, los de abajo le jalan los pies. Ojalá que se pongan de acuerdo y todos apoyen a Lupita que está en su justo y legítimo derecho de alzar la mano, o en todo caso, a quien ellos internamente elijan.

Esta reacción al interior de Morena me confirma una cosa, en la disputa por la silla que actualmente ocupa Juan Manuel Diez Francos van a salir chispas, habrá damnificados y en el campo de la batalla electoral más de uno quedarán tendidos, escribiendo en sentido figurado. Ayy mamacita, dijera Chirinos, no, perdón, era Resortes.

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Pero no hay que alarmarse por lo que ocurre en Morena de Orizaba, esto sucede hasta en las mejores familias políticas, ahí tiene a los del PRI que se quedaron sin dirigente estatal y para relevarlo se están dando hasta con la cubeta. De una cosa sí no debe haber duda, ahí hay mano negra.

Es más que evidente la pretensión del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán de imponer en la dirigencia estatal del PRI a uno de sus huestes, se llame como se llame, sea hombre, mujer o quimera, deshonesto, corrupto, ladrón, sin vergüenza, criminal, de lo que se trata es que sea uno de los niños fieles.

Desde luego que a ningún priista con la camiseta bien puesta beneficia una imposición de alguien cercano a Fidel o a su esposa Rosa Borunda, como es el caso de un joven abogado, popular, que ya se frota las manos.

Anoche trascendió que esta misma semana la delegada del CEN en Veracruz, Lorena Martínez Rodríguez viajará a Ciudad de México llevando la terna de prospectos, misma lista en la que sigue estando Renato Alarcón Guevara como el más viable suspirante.

Muy a su particular estilo el Tío Fide juega a dos y hasta a tres bandas, o usted cree que fue casual el encuentro de su hijo Javier Herrera Borunda con la delegada del CEN del PRI, pero por supuesto que no, más allá de anunciar una alianza PRI-PVEM, hay mucho trasfondo.

Como trasfondo tiene, y demasiado, la reunión que el senador Héctor Yunes Landa sostuvo hace unos días allá en el sur del estado, por el municipio de Texistepec, con un alto funcionario del gobierno del estado con el que limó asperezas. Ningún pleito es para siempre.