16 de Abril de 2024
Entorno Político | OPINIÓN
Domingo 15 de Enero de 2017 | 12:26 p.m.
Wenceslao Vargas Márquez
Wenceslao Vargas Márquez
Masonería voluntarista y Constitución (3)

A fines del año 2016 la Gran Logia Valle de México (Ciudad de México) hizo público un libro titulado La influencia de la masonería en la Constitución de 1917 con el sello del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM, de la federal Secretaría de Cultura). Habíamos señalado aquí que, sin necesidad de leer el libro, era previsible encontrarse (de parte de esa Gran Logia) con múltiples actos de voluntarismo consistentes en entregar al lector y al INEHRM afirmaciones gratuitas que no descansan en evidencias históricas y documentales sino en deseos.

Una de las afirmaciones que encontramos es aquella que dice en labios del coordinador del trabajo (líder masónico Jiménez Guzmán) que un 80 o 90 por ciento de los diputados al congreso constituyente de Querétaro en 1917 fueron masones, y que de allí se desprende la supuesta influencia masónica en la Constitución. De ser cierto el dato porcentual debemos tener aproximadamente unos 180 diputados constituyentes masones, algo que Jiménez no puede demostrar. El único dato duro del libro es la fecha en que el presidente del Constituyente, Luis Manuel Rojas, alcanzó el grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el 12 de enero de 1913, un mes antes de que fuese asesinado Madero.

¿Cuántos diputados masones constituyentes realmente hubo trabajando por la Constitución en Querétaro? Procuraremos ahora una muy breve lista a pesar de que aceptamos lo que afirma (pág. 15) uno de los coautores del libro en comento: No existen registros fiables sobre los constituyentes adscritos a una logia. Tratemos de llenar el hueco que el libro de la Gran Logia Valle de México no llena. Nombres, nombres, nombres.

A la revista Siempre le dijo el coordinador del trabajo, Jiménez: “No puedo dejar de mencionar a Jesús Romero Flores, a Luis Manuel Rojas, Heriberto Jara, Francisco J. Mújica y a muchísimos hombres que participaron de manera directa en las logias masónicas, que debatieron y llevaron al Congreso las propuestas de la masonería (¿cuáles?) como se demuestra (¿?) en el libro”. Pues bien: de esos “muchísimos hombres” no aparecen sus nombres, y de los pocos que aparecen se dice de ellos que fueron masones sin anotarse su logia de adscripción y su fecha de ingreso a la masonería.

Los cuatro constituyentes masones mencionados por Jiménez son exactamente los mismos que menciona Antonio Huerta Paniagua en su trabajo El papel de la masonería en la Revolución Mexicana (citado por Carlos Valdés Marín en la página 50 del libro que estamos comentando). Así, en el autor Huerta Paniagua se apoyan tanto Valdés como Jiménez para enlistar exactamente a los mismos masones, salvo al profesor normalista Luis G. Monzón que Valdés anota y Jiménez no.

Como hemos revisado estos temas en nuestro libro La masonería en la presidencia de México (Xalapa, 2010) apoyados en la poca bibliografía disponible, estamos en condiciones de mencionar a otro constituyente masón que no mencionan ni Jiménez Guzmán, ni Valdés Marín, ni Huerta Paniagua, y que es Adolfo Terrones Benítez, constituyente por Durango y autor de algunos libros sobre instrucción masónica en los grados simbólicos, quizá los libros más socorridos en distintos ritos, no sólo en el escocés. El Rito Nacional Mexicano también los ha usado. Los libros son Los 33 temas del Aprendiz masón, los 21 temas del Compañero masón y Los 27 temas del Maestro masón. En los créditos de los libros se le hace aparecer a Terrones como masón del grado 32 del Rito Escocés. Murió en 1972 e ignoro si alguna vez recibió el grado 33. Con Terrones llevamos apenas seis masones constituyentes en 1917.

Sin duda constituyente masón fue Luis Manuel Rojas. Basta para sostener la afirmación el hecho de que aparece como Gran Maestro en los catálogos de la Gran Logia Valle de México y tuvo una actuación masónica pública además de lo que diremos un poco más adelante. En la obra de Isidro Fabela titulada Revolución y régimen maderista (tomo IX, volumen V, p. 152) se narra la intervención de Rojas en favor de Madero: “En la tarde del día 20 (de febrero de 1913, W) envié un cable directamente al Presidente de los Estados Unidos, W.H. Taft, pidiéndoles su apoyo, como Hermano Masón, para el objeto indicado. Tuve además una junta con los miembros principales de las diferentes logias, y como resultado envié dos memoriales, uno al usurpador Huerta y otro al General Félix Díaz, recordándoles su deber como Hermanos Masones”. De aquí concluimos que Victoriano Huerta y Félix Díaz fueron masones, pero el que nos importa es Rojas. Continuemos. 

De Francisco J. Mújica sabemos que fue masón. Fuentes no confirmadas le dan el grado 9° del Rito Nacional Mexicano. Nada hay confirmado y anoto esto con la más grave reserva. Heriberto Jara fue masón pero ingresó a las logias masónicas en Xalapa, Ver., en la logia Fraternidad no. 11, en junio de 1926, cuando fue gobernador del estado. Tengo a la vista un folleto digitalizado de la logia Fraternidad No. 11 fechado en 1926 donde se asienta lo que comentamos. Jara fue gobernador desde el primero de diciembre de 1924 hasta octubre de 1927. En ese periodo la logia Fraternidad 11 (que se fundó el 8 de junio de 1926 con personal que se separó de la logia Concordia No. 1) incorporó a Jara a sus filas con dispensa de trámites siendo Venerable Maestro Guillermo Tamborrell.

Añado: el 31 de agosto de 1926 estuvo Luis Manuel Rojas, el masón presidente del constituyente de Querétaro, de visita en la logia Fraternidad No. 11; el orador que dio la bienvenida a Rojas fue el masón Efraín A. Ferat. Rojas, ya sabemos, sí era masón desde antes de 1917, Heriberto Jara no. Ingresado a las logias en 1926 no pudo en ningún momento imponer una supuesta influencia masónica en 1917, nueve años atrás, a como lo quiere el libro de la Gran Logia Valle de México. La influencia no se da retroactiva. El orador que dio la bienvenida a la masonería a Heriberto Jara fue también Ferat, quien en el discurso fechado el 15 de junio de 1926, dirigiéndose al gobernador aprendiz masón, le dijo que llegaba a ocupar (simbólicamente) el espacio que había dejado su padre, Emilio Jara; masones padre e hijo.

¿Con qué nos quedamos del libro Influencia de la masonería en la constitución de 1917 de la Gran Logia Valle de México publicado en diciembre de 2016? Afirma el libro que la mayoría de los masones del Constituyente fueron masones y (desde la portada) pretende deslizar al lector desprevenido que la Constitución de 1917 fue hecha por la masonería. En entrevista Manuel Jiménez Guzmán sostuvo que un 80 o 90% de los constituyentes de Querétaro fueron masones. Las afirmaciones son gratuitas. No las puede demostrar. El libro no prueba lo que sostiene y se pierde en generalidades que no vienen al caso. Así, puede ser cubierto de inmediato con el manto del archivo muerto.

Mejor: puede ser cubierto –pronto- con el manto del piadoso olvido.

 

@WenceslaoXalapa

*** Las ideas y opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Entorno Político.

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